Hoy vamos a recordar con una pequeña biografía de José Vicente Ávila "Chicuelito" a un gran novillero conquense fallecido el 6 de mayo de 2014 y con raíces maternas en Torrejoncillo del Rey.
Juanito Recuenco Morales marcó una época en la historia taurina de Cuenca. Una corta historia de apenas tres temporadas y media, pero que fueron muy intensas por la personalidad de un novillero, apoderado nada menos que por Nicanor Villalta, que renunció en diversas ocasiones a tomar la alternativa, sobre todo en Cuenca, donde se la ofrecieron varias veces, e incluso a torear en Madrid, en Vista Alegre, donde se negó a ir pagando. Fue el novillero que más tardes actuó en la plaza de Cuenca, en tres temporadas, alternando con sus rivales, los hermanos Tomás y Jesús Sánchez Jiménez. Juanito Recuenco, junto a su hermano Virgilio, que fue un gran banderillero, dividió a la afición taurina de Cuenca y tuvo su propia Peña. Se retiró por falta de ilusión y porque no quería que le manejasen, aunque fue capaz de comprar una finca en Extremadura y un kiosco en Madrid que le reportó muchos beneficios según él mismo nos comentaba. Juan Recuenco Morales, nacido en Cuenca el 24 de julio de 1933, hermano de Virgilio y de Álvaro “el herrero del puente de la Trinidad” falleció el 6 de mayo de 2014. La afición conquense le recordó y le despidió en el funeral que tuvo lugar en la parroquia de la Virgen de la Luz de Cuenca.
Juanito Recuenco se vistió de luces por vez primera en la plaza de
toros de Cuenca el 8 de septiembre de 1953, en la Novillada de la Prensa, en un
mano a mano con el parrillano Ángel Tomillo, con la plaza llena. Aunque no
cortó orejas el público salió contento con su actuación y el 4 de octubre se
celebró otra novillada sin picadores en la que alternaron los hermanos Tomás y
Jesús Sánchez Jiménez y Juanito Recuenco, que llevaba como banderillero a su
hermano Virgilio. Había nacido la rivalidad taurina en Cuenca.
Jesús Sánchez Jiménez, Juanito Recuenco Morales y Tomás
Sánchez Jiménez
El
12 de octubre repiten en Cuenca los hermanos Sánchez Jiménez, y Juanito
Recuenco torea ese mismo día en San Lorenzo de la Parrilla. El 1 de noviembre
se forma la Peña Taurina Juanito Recuenco.
El
año 1954 se vive una temporada de efervescencia taurina, con la rivalidad de
las dos familias: los Sánchez Jiménez y los Recuenco Morales. Dos peñas, dos
aficiones, y en medio, Chicuelo II, que se presenta en la feria y el parrillano
Tomillo que busca un hueco entre los hermanos. El 18 de abril, Domingo de
Resurrección, Juanito Recuenco torea mano a mano con Antonio Vera.
El
9 de mayo quien actúa en Cuenca es Tomillo y el 1 de junio, fiesta de la Virgen
de la Luz, alternan Tomás y Jesús Sánchez Jiménez con Paco Rodrigo. Los
seguidores de Recuenco no estaban conformes con que no se incluyera a Juanito
en los carteles, por discrepancia de su apoderado con la empresa. El 13 de
junio alternaron Juanito Recuenco y Juan Espejo.
El
éxito más grande como novillero sin caballos le llegó a Juanito Recuenco en la
plaza de “su Cuenca” el 4 de julio, alternando con Antonio de la Casa “Morenito
de Talavera” y el soriano Carmelo Losada. Juanito Recuenco cortó cuatro orejas
y rabo, y obtuvo la Oreja de Plata. Le llevaron a hombros desde la plaza de
toros hasta la herrería del Puente de la Trinidad. Su madre invitó a los
aficionados con una olla de judías y después dijo con no poco orgullo mirando
al Puente de San Antón: “Y ahora que me traigan el Júcar y os hago una zurra”.
Fue tal el éxito que el día 25 de julio, fiesta de
Santiago Apóstol, se anuncia una novillada picada con el debut de Juanito
Recuenco con caballos. La novillada es a beneficio del Montepío de la Policía y
con la plaza casi llena alternan Jaime Llorens, Pepe Carbonell y Juanito
Recuenco, con novillos del marqués de la Rivera, que dieron un pobre juego.
Juanito estuvo valiente y torero, pero falló con los aceros.
En
la feria de San Julián, con la presentación de Chicuelo II en la corrida,
Juanito Recuenco hizo el paseíllo el día anterior en una novillada netamente
conquense, compartiendo cartel con los hermanos Tomás y Jesús Sánchez Jiménez.
Por fin otra vez juntos. Jesús y Juan abrieron la puerta grande entre los
aficionados juntos, pero no revueltos. Cada grupo con su torero.
Juanito Recuenco actuaría también en Motilla del
Palancar (donde por cierto su hermano Virgilio banderilleó de paisano),
Utiel, Priego y en Belmonte, el 2 de octubre de 1954, haciendo el paseíllo
junto al rejoneador Ángel Peralta y los novilleros Carlos Zúñiga y Carlos
Vidal. Recuenco cortó cuatro orejas. En Cuenca, en 1954 se habían celebrado
nada menos que ocho novilladas.
En 1955 Juanito se marcha al Servicio Militar,
pero aún torea en Cuenca el Domingo de Resurrección con El Turia y Ángel
Jiménez “Chicuelo III”, hermano de Chicuelo II, y en la novillada de la feria
de San Julián, el 5 de septiembre, alternando con Paco Corpas, que fue cogido,
y Jesús Sánchez Jiménez. El 9 de octubre participó en un partido de fútbol en
La Fuensanta, entre las Viejas Glorias y los Toreros Conquenses, a beneficio
del Asilo de Ancianos.
En 1956 Juanito actuó de nuevo en Cuenca, el 8 de
abril, junto a Tomás Sánchez Jiménez y Tomillo, que sustituía a José Gómez
Cabañero, y con ello debutaba con picadores. Recuenco, que seguía en la “mili”,
no estuvo afortunado y rechazó torear otros festejos que le propusieron.
En
agosto resultó cogido en Teruel, y de nuevo en Cuenca, en la feria de San
Julián, fue anunciado. Se presentó en la plaza con el pelo rapado, haciendo el
paseíllo junto a Chicuelo III y Curro Girón. Los dos cortaron orejas y Juanito
dio la vuelta al ruedo.
La relación de Juan con su apoderado Villalta, que
firmaba cosas sin que el conquense las supiera, le llevó a no cumplir algunos
contratos, como los de no actuar en Vista Alegre o Málaga, o que los
Dominguines le quitasen de una novillada en Toledo por no ir a Vista Alegre.
Pasados muchos años, Juanito Recuenco declaró que en algunas decisiones se
había equivocado.
En la primavera de 1957 envió una carta al periódico
“Ofensiva” en la que comunicaba su decisión de abandonar los ruedos, lo que
produjo no poca consternación en el mundillo taurino conquense. Aun así,
pasados tantos años, el nombre de Juanito Recuenco, a quien el poeta Rafael
Duyos le dedicó unos versos, (“Los toros ya no son toros / de un cántaro de
verbena, / los toros son de verdad / porque hay un torero en Cuenca”.
Durante
muchos años Juan Recuenco Morales residió entre Madrid y Extremadura, y en los
últimos años participó en una de las Semanas de la Peña Taurina Conquense,
siendo reconocida su biografía torera en la que la plaza de Cuenca se
lleva la palma de sus triunfos.
Fuente: www.elblogdecuencavila.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario