El Museo de Cuenca, junto con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Cuenca, el Centro Regional de Formación del Profesorado de Castilla-La Mancha y la Delegación de Educación, Cultura y Deportes en Cuenca, nos invitan a la conferencia “Investigación en el oppidum de Contrebia Cárbica” impartida por Dª. Pilar Mena Muñoz. Arqueóloga – Universidad Nacional de Educación a Distancia de la Comunidad de Madrid,
Dicha conferencia se impartirá el próximo jueves, día 28 de noviembre de 2024, a las 17:30 horas en la sala SEGÓBRIGA del Museo de Cuenca (C/ Obispo Valero, 12). Forma parte del ciclo DE AGRICULTORES A GUERREROS. LA PROTOHISTORIA DE LA PROVINCIA A PARTIR DE LAS COLECCIONES DEL MUSEO DE CUENCA, que se está impartiendo durante el segundo semestre del presente año.
La ciudad de Contrebia Cárbica se ubica en el kilómetro 111 de la Autovía Madrid-Valencia (Huete, Cuenca). Se extiende sobre una plataforma caliza que se eleva sobre el río Cigüela, abarcando una superficie de 45 hectáreas. Aparece reflejada en la toponimia como Fosos Cuartos de Bayona o Fosos de Bayona.
Con una cronología que abarca desde la II Edad del Hierro hasta el siglo I a.C., la ciudad consta de tres recintos y está fuertemente defendida por un grueso lienzo de muralla, varios fosos y empalizadas. Sus estructuras defensivas son, sin duda, de las más importantes de la II Edad del Hierro y de la época republicana romana. Después de 2.200 años y del expolio al que se ha visto sometido el yacimiento, todavía impresiona su presencia.
Las fuentes clásicas y modernas recogen parcialmente su historia. Las primeras narran los acontecimientos militares acaecidos durante las guerras sertorianas y el aprovechamiento de sus excelentes materiales constructivos, utilizados para levantar Segóbriga y el Monasterio de Uclés. La ciudad se ubica dentro de las tierras de los Olcades, un pueblo de la meseta relacionado con la presencia de Aníbal en esta zona. Más tarde será citada como caput Celtiberiae, pudiéndose interpretar como la capital o cabeza de la Celtiberia o el inicio de esta.
De lo que no cabe duda es de su estratégica ubicación en la vía que conecta Cartago Nova con Complutum, atravesando un territorio rico en recursos agrícolas, ganaderos, sal de la Laguna del Hito y un bien importantísimo para el mundo romano: el lapis specularis. Citado por Plinio el Viejo en su Historia Natural, las minas más cercanas a Contrebia Cárbica son las del Toro, en las proximidades del yacimiento, y la Mora Encantada, en Torrejoncillo del Rey.
A principios de los años 70, la Asociación Española de Amigos de la Arqueología realizó varias visitas al yacimiento, interesada a partir de la descripción de la España Sagrada del padre Flores. En estas fechas se recogieron numerosos materiales arqueológicos, tanto cerámicos como metálicos. Años más tarde, Carlos Moncó y Manuela Barteleumi llevaron a cabo una campaña de excavación.
En 1980 retomamos el trabajo de investigación arqueológica. Desde el principio, intentamos sentar las bases para un proyecto de investigación a largo plazo. Comenzamos con la prospección sistemática de la ciudad y su entorno, el cartografiado exhaustivo de la misma, la consulta de toda la serie de fotografías aéreas, el estudio de las fuentes clásicas y modernas, así como la aplicación de técnicas de prospección geofísica, una gran novedad en aquellos años.
Las primeras campañas de excavación se realizaron en las áreas donde ya habían sido identificados los sistemas defensivos, poniendo especial cuidado en no intervenir en las zonas donde se estaban llevando a cabo explotaciones agrícolas por parte del dueño de los terrenos.
Sin embargo, a pesar de su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) y de las numerosas denuncias presentadas ante diferentes responsables de la Administración, no conseguimos continuar con la investigación. Nos fue imposible detener el deterioro y la destrucción tan significativa que sufría el yacimiento. Este expolio fue provocado por un gran número de furtivos y, sobre todo, por las obras de infraestructura (Autovía Madrid-Valencia), que afectaron gravemente al BIC, especialmente al sistema defensivo y a la práctica totalidad del campamento romano de asedio a la ciudad.
Debido al escaso interés en defender y proteger el yacimiento por parte de la administración competente, en el año 1990 nos vimos obligados a abandonar el proyecto.
Fuente: ociocuenca.es
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