Entre la Sierra y La Manchahay una pequeña villaenclavada en los paisajesde las tierras de Castilla.
Es un pueblo que hace siglos
habitaron los romanos
y tenían como patrona
a nuestra Virgen de Urbanos.
A esa Madre tan querida
que nosotros veneramos,
la que todos desde niños
en el corazón llevamos.
Porque Tú eres una Madre
cariñosa y bondadosa,
porque tienes la hermosura
y el perfume de las rosas.
Esas flores tan bonitas
que nos brinda el mes de mayo
que nosotros las cogemos
y ponemos en un ramo
y para tí y para tu niño
a tu altar te las llevamos.
Porque todos tus hijos rodamos
alrededor de tu esfera
donde llevas subido
a tu hijo como bandera.
Para que lo vea el mundo
y lo quieran con amor
porque es tu hijo querido,
el predilecto de Dios.
Ese niño tan bonito
que nosotros veneramos,
al que en los tiempos de Herodes
quisieron martirizarlo.
Porque lo iban persiguiendo
los judíos y romanos,
que por llamarse Jesús
quisieron martirizarlo.
Lo cargaron con la cruz,
esa cruz de los pecados
que a lo largo de la vida
cometemos los cristianos.
Al pie de la cruz lloraba
la Madre más dolorosa
y las lágrimas que echaba
eran jazmines y rosas.
Esas flores tan bonitas
que nacen en las praderas
que se visten de colores
al llegar la primavera.
Y nosotros las cogemos
y para ti las guardamos
porque en un altar de flores
en el pecho te llevamos.
Hermosa Virgen de Urbanos
te pido por mi familia,
que no te olvides jamás,
que les des salud y vida
para poder trabajar.
Porque tú, Virgen de Urbanos,
en el cielo me verás
porque ya me habré marchado
para toda la eternidad.
Porque desde que era un niño
yo te tuve devoción
porque en mi pecho he llevado
para tí siempre una oración.
Por eso, Virgen de Urbanos,
te doy gracias todavía
por guardarme la cabeza
para hacerte poesías.
Esas flores tan bonitas
que he criado en mi jardín
cuando yo las he cogido
siempre han sido para tí.
Aunque el día de tu romería
no pueda bajar contigo
solo con el pensamiento
yo te sigo en el camino.
Y me despido de tí
con mucha pena y dolor
diciéndote, Madre Mía,
Virgen de Urbanos, adiós.
Autor: Julián Prieto Díaz
UnA poesía preciosa una que también le escribe poesías a su patrona virgen de la cabeza en palomares del campo no deje de describirle a su patrona es lo más satisfactorio
ResponderEliminarEl mejor llegado que nos dejó el tío Julián el amor que el sentía por la Virgen y noslo a inculcado a toda la familia gracias tio te seguimos echando de menos
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