lunes, 27 de marzo de 2023

Historia y declive de Carretería en Cuenca

 La Asociación de Vecinos "Centro de Cuenca" anda embarcada en el empeño de conseguir para Carretería la calidad urbana que en otros lugares tiene el centro de la ciudad. La que merecen los conquenses. Los planos corresponden a comienzos del siglo XIX el primero y a 1905 el segundo. La Carretería de la primera foto, es la de 1925 con dos filas de árboles en el lugar en el que en 1852 se plantaron los primeros árboles, olmos, por orden del corregidor Francisco Lorente

 La Carretería moderna, que se llamó Madereros antes que Mariano Catalina y es la que hemos arrasado en las últimas décadas, se gestó a partir de los últimos veinte años del siglo XIX. Y ello fue debido a la llegada del ferrocarril, la consolidación de la industria maderera, el afianzamiento de la ciudad baja como centro urbano, el crecimiento demográfico y, evidentemente, a la aparición de nuevas formas arquitectónicas.

 

En estos años, desde el puente de la Trinidad a la Ventilla, las casas se renovaron tanto en su interior como en su exterior y se edificó en solares, patios y corrales. Es en este momento cuando se produjo la ruptura con el aspecto de la arquitectura tradicional conquense al introducir elementos de corte modernista.
 

 
Las plantas bajas pasaron de tener en muchos casos un uso rural a tenerlo residencial o comercial.
Ante la presión demográfica ejercida por los llegados de los pueblos de la provincia las casas se elevaron uno o dos pisos y las cámaras pasaron a tener uso residencial también y, como consecuencia, los bloques que eran vivienda de una sola familia comenzaron a ser comunitarios. A los hijos que se casaban se les solía entregar una de las plantas de la antigua casa familiar o, en otros casos, se alquilaban a los recién llegados.
 






 
El aspecto de esta Carretería de finales del XIX y comienzos del XX, reflejo de una sociedad que quiso que las fachadas historiadas y con balcones corridos fueran testimonio de su nivel socioeconómico, lo hemos arrasado en las últimas décadas para obtener una calle mucho peor tanto estética como funcionalmente.
Pero no queda ahí, al deterioro estético se unen la crisis que atraviesa la ciudad y la puesta en funcionamiento del centro comercial el Mirador que ha llevado a la desaparición de buena parte de los comercios de la calle comercial por excelencia de la ciudad. En época reciente, y como consecuencia de lo anterior, al menos la mitad de los locales comerciales del centro de la ciudad se encontraban sin actividad.
Este carácter comercial lo tenía la calle desde su mismo origen en la Edad Media, al albergar a lo largo de su recorrido numerosos negocios como el de la construcción de carros, fraguas, herradores, posadas... Ya en una fecha tan lejana como la de 1587 había en esta calle nada menos que trece mesones y veintitrés tabernas. ¡Casi nada!
 
Fuente: facebook

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