Gracias a la web villardecanas.es por compartir esta sabiduría popular antes de que se pierda en el olvido, les dejamos el relato de José Mª Jimenez Rodrido sobre como era la tradición del "Aguinaldo" en sus tiempos, que nos ha hecho sentir nostalgia de esos tiempos.
Era costumbre de algunos mayores cuando se les pedía el "aguinaldo" y no querían o tenían posibilidad de darlo con: "-¿Me da usted el aguinaldo? a lo que el interlocutor respondía - Con la porra San Fernando, no me lo de usted en bellotas que tengo las alforjas rotas y no me caben más que tortas" y se podía producir un simulacro de persecución entre Abuelo y nieto.
Llegado el 24 de Diciembre, muchos niños se movilizaban y salían raudos a la calle para pedir el "aguinaldo", Era el día de Nochebuena, el nacimiento de Cristo, sin duda en esta fecha nuestro corazón se torna más generoso y solidario. Los niños saltaban de alegría cuando en sus bolsillos sonaban más monedas y entre ellos comentaban, ya tengo 3 pts ¿Cuantas tienes tú?, pues tengo 3.50pts y contaban el dinero varias veces. La mayor parte de las monedas eran de 5 y 10 ctms. Los niños más conscientes de sus necesidades guardaban el dinero para comprarse algo para utilicarlo en la escuela, lapiz, cuaderno etc, pero la mayor parte de los niños se lo gastaban en chucherías, o asistían al cine varios domingos, lujo que no podían permitirse durante el resto del año.
En la localidad vecina de Palomares, se decía: " dame el aguinaldo señora Beata, de aquellos rosquillos que hay en la poyata, si no me los das se te muera el gallo que hay en el corral".
Pero no solo eran niños los que pedían el "aguinaldo", también había personas mayores que necesitaban acopio de provisiones para unos meses, puesto que el "aquinaldo", también se daba en especie, tales como presentes derivados del cerdo (eran fechas de matanzas), y también productos obtenidos del campo, patatas, lentejas, garbanzos, etc.
Con la llegada de las pensiones, la necesidad de pedir el "aguinaldo" ha desaparecido. En la actualidad en nuestro pueblo no existen familias que necesiten pedir para alimentarse, afortunadamente.
Actualmente durante la pascua se hacen regalos, pero estos no son recibidos con el agrado ni la ilusión que era recibido "El Aguinaldo".
Tenemos que reconocer que es verdadero este dicho de nuestro mayores. "Ahora estamos todos hartos de pan.
José Mª Jiménez Rodrigo
Villar de Cañas diciemnbre del 2016
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