Por último, y finalizando este paseo por el Silo, me detengo en la nave auxiliar que completa junto con los patios la instalación, totalmente vallada. Esta nave, anexa a la parte trasera del gran almacén, se comunica interiormente con éste por la galería inferior. Está dividida en dos salas diáfanas, una de ellas con los aseos, y se encuentra en buen estado, aunque sucia y sin uso, inservible ante cualquier eventual necesidad. Tiene salida a los patios y directamente al exterior, a la Calle Cristo por una pequeña puerta de paso.
Nave auxiliar. Fachada principal con acceso a patios.
Los aseos en el interior de una de las salas de esta nave auxiliar se obraron a partir de en abril de 1974, fecha en la que el SENPA comunicaba la autorización para su construcción y la aceptación del presupuesto correspondiente, obra ejecutada por el vecino de Torrejoncillo del Rey D Bautista Valladolid Solares, por 79.750 pts. Ambos documentos, rescatados de la oficina y junto con el resto a lo que voy haciendo referencia en este trabajo pasaran la archivo del Ayuntamiento para evitar su deterioro y pérdida definitiva.
Documento. Orden del SENPA de 14/04/1975 para construir los aseos del silo
Para terminar con la descripción de este espacio ahora inservible, indicar que el pasado año propuse una iniciativa para su rehabilitación y reforma al Ayuntamiento, con una inversión total de 43.197 €; para generar un espacio municipal disponible a posibles emprendedores, artesanos o nuevas actividades, a modo de vivero de empresas; o para asociaciones u otras necesidades municipales de cualquier tipo y que tengan cabida en esta polivalente sala desaprovechada, pero con tantísimas posibilidades que ayuden a la dinamización del pueblo, generando un servicio para la promoción empresarial ahora inexistente.
En este momento se han iniciado los trámites ante la D. G. de Patrimonio de la Junta para la correspondiente autorización de la actuación propuesta, como un permiso paternal, ya que como he indicado, estamos sujetos a la tutela de Administraciones supramunicipales, que coartan la autonomía municipal sin posibilidad de actuación, incluso para una mejora sustancial del arruinado edificio con fondos propios, gasto que para colmo hay que comprometer previamente.
Bien es verdad que siempre queda el recurso de desafectar el Silo, con el correspondiente inicio del expediente y solicitud al actual titular, la Junta, donde el muerto, con toda su mortaja de cintas y engranajes, pasaría a manos del Ayuntamiento, disponiendo así de total independencia y gestión sobre el mismo. Al fin y al cavo sería nuestro muerto. Acción que a mi juicio se debería acometer, ya que el total del coste actual del mantenimiento y sustento, los riesgos de seguridad industrial por el uso que aún se realiza, etc., recaen indiscriminadamente sobre el Ayuntamiento, pero sin la libertad de cualquier actuación o iniciativa que pudiera realizarse para el interés común, uso y aprovechamiento definitivo de todo el pueblo.
Vista interior nave auxiliar. Sala
1, con acceso a galería principal |
Vista interior nave auxiliar. Sala
2, donde se ubican los aseos |
Y termino con este recorrido por la memoria del Silo, que he tratado recuperar con este trabajo, con el aspecto más humano, y que no es otro que el de las personas que formaron parte de su vida, mozos que acarrearían los sacos que alimentaban la celda insaciable, engrasarían las poleas y motores de giros sin fin, limpiarían de polvo las instalaciones, contabilizarían el saquerío con sus entradas y salidas de trigos blandos y duros, cumplimentarían vales-pagarés sustento de familias durante todo un año… Algunos nombres ya han paseado por este texto, pero no podrá ser completo esta modesta investigación sin hacer mención a protagonistas principales de la historia.
No es difícil imaginar el bullicio entorno al Silo en los meses de recolección, con la confluencia de tantos labriegos de la comarca, y sus bestias de carga, galeras, carros repletos de sacos con la cosecha del año. Que fue un punto estratégico para la vida del pueblo no cabe duda. Desde muy temprano, en pleno inicio de funcionamiento del almacén, ya se abrió la primera taberna, la de los Bocacha, en el corral que actualmente ocupa la quesería de Javier Medina, donde esperando su turno almorzarían los agricultores y mozos, descansado de la larga marcha desde los pueblos vecinos. Otros negocios confluirían a la larga sombra del edifico, como el surtidor y el bar de Liborio, también con ferretería y tienda de telas, zapatos, y utensilios para el hogar; o el moderno Bar Restaurante El Chalet, en 1976; y la nueva báscula también instalada próxima al Silo, en esta locura inconsciente de manejo de los fondos públicos donde la báscula del SENPA en el Silo se encontraba a escasos 200 m de la instalación de otra nueva.
Como es normal, el SNT contaba con su correspondiente super estructura piramidal, fiel a los principios de un régimen autárquico, -aunque la burocracia a la que estamos sometidos en el momento que vivimos tampoco va a la zaga, donde no hay trámite que no cuente con un el informe de un eslabón superior que previamente proviene de otro superior, y éstos de otros de mayor nivel, ya sin saber si la orden es provincial, nacional o europea, hasta diluirse la responsabilidad en una maraña de directorios estancos, opacos e inamovibles, unidos por hilos invisibles, como celdas de un Silo. Expongo un organigrama del Organismo triguero, para situar a Torrejoncillo, como tantos otros pueblos que formaron parte de la Red Nacional de Silos, en el nivel inferior, pero no por ello quien ostentaba la responsabilidad de “Jefe de Silo” por aquellas épocas, el popularmente conocido como “delegao”, estuviera exento de una importante autoridad.
Imagen del Organigrama de la Organización del SNT. 20 años del SNT
El citado Libro de Vistas encontrado en la oficina, como se ha venido comentado, cuenta con bastantes diligencias tanto de las efectuadas a la Ermita de la Soledad, la Panera, y el Silo; todas firmadas por el correspondiente inspector comarcal, garabatos ilegibles, sin identificación. Por el contrario, sí aparecen nombres de varios de los Delegados o Jefes de Silo que han venido trabajando a lo largo de la vida del SNT, SNC o SENPA, hasta su disolución. Nombres que acompañan la firma de diligencias junto a la del Inspector, con entradas y salidas de jefatura, como las de D Alfonso Martín, D Roque de la Torre, D Santiago Cid Barrios, y quizás el más reconocido por el pueblo, el Jefe de Silo D Luis de la Cruz, por los muchos años que asumió la jefatura, desde 1958 hasta 1970 y por su vinculación al pueblo con enlaces matrimoniales de sus descendientes con otras familias destacadas de Torrejoncillo del Rey.
Los trabajadores o mozos que formaron parte del SNT inicialmente fueron D Eulogio Díaz González, D Miguel Oyuela Cuenca, y D Francisco Rodríguez del Saz (Diligencia 29 de fecha 17/12/1957). Eulogio trabajaría como auxiliar del almacén hasta causar baja por jubilación voluntaria el 31/12/1976. Su hijo, D José Diaz Sanz, se incorporó al servicio como obrero en mayo de 1964, hasta su fatal y trágico accidente agrícola al volcar el tractor con el que laboraba en junio de 1973, siendo ya auxiliar del servicio. D Luis Solares se incorporaría posteriormente a la nómina de trabajadores del Silo, hasta su disolución que quedo incorporado a la D. P. de Cuenca de la Consejería de Agricultura de la Junta.
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Documento. Fichas del SCN de trabajadores del Silo de Torrejoncillo del Rey
Qué importante sería la construcción del Silo para la mejora de las condiciones laborales de los mozos, eliminados los pesados trabajos de carga de sacos trigueros a la espalda acarreando por rampas de pendientes tortuosas para el abastecimiento de los graneros y optimizar sus espacios. Sin duda, la mecanización del almacenamiento de cereal, al igual que el resto de operaciones mecanizadas del laboreo supuso un gran avance en las condiciones de trabajo de la gente del campo.
Imagen de acarreo de sacos trigueros en Graneros. Libro 20 años del SNT
Hasta aquí este trabajo sobre el Silo de Torrejoncillo del Rey, con el que trato de llamar la atención sobre esta catedral de nuestro pueblo, una de esas cosas que quedan, que parecen perdurarán para siempre, pero que el mal interno de la desidia, la atonía, la dejadez y el abandono, minarán sus cimientos, hasta que llegue el día en el que veamos desgajarse el primer esquinazo, caiga aquella cubierta, o reviente la precisa maquinaria, y desaparezca, indefectible parte de la historia contemporánea del agro torrejoncillero. Me molesta especialmente ese desprecio por el papel en nuestro pueblo, como todos estos documentos importantes “olvidados” en la oficina del Silo; donde localizar y estudiar un legajo aunque sea administrativo sobre su historia de aquí, es ya tarea imposible: en el Ayuntamiento, en el Silo, en la Iglesia… Patrimonio documental dejado a la suerte del espolio o destrucción, en ese desprecio castizo hacia el “papel” tan nuestro.
El futuro del edificio es incierto, pues como he tratado de exponer depende de muchas voluntades, la principal la de notros mismos de no dejar perecer este gran coloso que forma parte de nuestro paisaje, historia y recuerdos recientes. Las soluciones nos son fáciles por el coste y dificultad de reinventar la función de este viejo edificio agrícola, y pasan por imaginación y una buena cantidad de euros. Existen experiencia como el Proyecto Titanes (https://iamtitanes.com/) de la D. P. de Ciudad Real en el que un puñado de buenos artistas grafiteros, han pintado las altas paredes de una decena de Silos. No es que sea yo muy partidario de decorar los Silos como si los vistiese Ágata Ruiz de la Prada, o los delineara con su tinta indeleble un artista en tatuajes para raperos; uno es más partidario de las geometrías simples y colores primaros del diseñador alcarreño Juan Carlos Pajares, sencilla interpretación dentro de la sobriedad que debe ser nuestro lema, como al que el poeta Federico Muelas conmina a los castellanos en su posición superior y vigilante, desde su almena. Aún así, no deja de ser un buen proyecto que ha servido para mantener exteriormente estos edificios singulares, y a la vez contribuyen de reclamo turístico para sus municipios.
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Silos de Ciudad Real, incluidos el en Proyecto Titanes
En el pueblo vecino de la capital, Chillarón de Cuenca, se ha llevado a cabo otra interesantísima experiencia con su Silo, siendo rehabilitado para uso como instalación deportiva, creando el Nuevo Centro Castellano Manchego de Tecnificación Deportiva en Espeleología y Montaña, con un rocódromo y salón multiusos. Sin duda una magnífica experiencia que pone a salvo y en valor el Silo de la localidad, con un uso integral de la edificación, destinado a estas prácticas deportivas tan demandadas actualmente.
Otro interesante proyecto es el Proyecto Silos, de la Fundación Goteo, con el que han iniciado una campaña de micro financiación para la realización de actividades culturales y educativas sobre Patrimonio Industrial de los Silos de toda España, incluso de los de Italia y de Portugal, y abierta a quienes quieran adherirse y participar de esta experiencia novedosa. Es un proyecto complejo que pretende ensalzar el valor arquitectónico e industrial de la antigua Red, y ya han llevado a cabo campañas de concienciación y actividades culturales, disponiendo de la cesión de un silo como sede de la Organización sin ánimo de lucro. Sin duda otra buena noticia para la supervivencia de la Red.
Imagen de la web Proyecto Silo, sobre una de las experiencias culturales con estudiantes llevadas a cabo.
Son varios más los proyectos que sobre la antigua Red Nacional de Silos podemos ver con una rápida miranda a través de la ventana de internet: propuestas para su transformación en Hoteles, Centros Sociales, de Ocio…; o como las de algunos Colegios Profesionales para la rehabilitación como centros de enseñanza e interpretación para las Escuelas Universitarias de Ingenieros Agrónomos. Propongo también que quizás serían interesantes para la enseñanza en formación profesional de algunas de sus ramas técnicas como la de industrias agroalimentarias, fabricación mecánica, o instalaciones y mantenimiento, para su uso activo como talleres de formación, prácticas y empleo de los Institutos, ante la carencia actual de estos oficios industriales básicos en la empresa.
Pongo fin a este trabajo sobre el Silo de Torrejoncillo del Rey, con freno a la imaginación desbordada sobre las infinitas posibilidades que entraña la Red, con el que he tratado con estas líneas hacer una llamada de atención para el auxilio de este Patrimonio rural indefectible. No era mi intención mostrar una visión nostálgica y trasnochada que justifique hoy su inútil servicio por el mero hecho de encerrar en su arquitectura gran parte de la reciente historia agraria del pueblo, como una mirada melancólica y paralizante -en muchos momentos de indignación por tanta desidia-, que bloquee la imaginación y anule la voluntad de luchar por estas cosas que quedan.
Foto del Silo y la Ermita de Ntra. Sra. de la Paz, del antiguo Convento Franciscano de los Ángeles Custodios.
La Red Nacional de Silos de SNT, que tanto dinero público acaparó, con sus defectos y burocracias, tasas y autarquía, fue salvaguarda del “oro cereal” de muchos pueblos, contribuyó al sustento básico garantizando el pan de tantas familias, con esa hambre y miseria tan terrible que acompaño a los españoles en los oscuros años de la posguerra, pero al tiempo supuso un avance industrializador que contribuyó al desarrollo y a la mejora de las condiciones de vida y laborales de la gente del campo, y esta intrahistoria añadida, aumenta más si cabe el patrimonio del Silo. Pero no es suficiente.
Bien al contrario, espero haber conseguido al menos hacer una llamada a la conciencia colectiva del pueblo para la preservación y conservación de esta identidad local, y tratar de evitar su continuo deterioro hasta que situación insalvable, irreversible, como la de tantos edificios históricos desparecidos del Patrimonio de Torrejoncillo del Rey, y aun hoy, los pocos que restan al borde de su desaparición. Creo que las alternativas pueden ser muchas, ninguna sencilla y económicamente difíciles de financiar, bien es verdad, sólo hace falta voluntad, que la sociedad del pueblo se involucre y actúe abiertamente, luchar por nuestra autonomía municipal y reclamar a las Administraciones superiores, partícipes de este engranaje de responsabilidades y dejaciones, que contribuyan en la reconversión de los Silos, en un reto que es realista y posible, tangible, para el futuro y el desarrollo de nuestros pueblos.
Torrejoncillo del Rey, abril de 2021
BIBLIOGRAFÍA
Catálogo de documentales cinematográficos agrarios (1895 – 1981). Fernando Camarero Rioja. Ministerio de Agricultura. 2014.
Temas Españoles. Red Nacional de Silos. Oscar Núñez-Mayo. 1957
Veinte Años de Actuación. El Servicio Nacional del Trigo, del Ministerio de Agricultura. 1958.
La Red Nacional de Almacenamientos. Documento técnico del SNC. Ministerio de Agricultura 1970
Red Nacional de Silos. Documento técnico del SENPA. Ministerio de Agricultura. 1978
Las Catedrales Olvidadas. Red Nacional de Silos en España. 1940 – 1990, de César Aitor Azcárate Gómez. Mº de Medio Ambiente, de 2009.
Ni un español sin pan. La Red Nacional de Silos y Graneros. Ed. Prensas Universitarias de Zaragoza. 2007. D Carlos Barciela López.
https://www.fega.es/es/el-fega/publicaciones/trigos-espanoles Trigos españoles 1956.
https://www.youtube.com/watch?v=BWk31nK44eI Trigo en España. 1943
https://silosygraneros.es/como-funciona-un-silo/
http://www.ayuntamientochillarondecuenca.com/directory/state-theatre/
http://www.goteo.org/project/silos-todo-el-ano-organizate-a-lo-grande
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Fuente: elpuntaldelasanimas
Solo para hacer una corrección, el Jefe de Silo entre 1958 y 1972 fue D. Tomás de la Cruz Jiménez, no D. Luis de la Cruz, que era hijo suyo y hermano del que esta realizando el comentario. Francisco de la Cruz.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta publicación. Mi padre trabajó en la fábrica de harina hasta el año 1963. Me trae recuerdos de mi niñez.
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