La proyección demográfica del INE señala que el territorio conquense
será tras Zamora, el segundo de España que más población va a perder en
los próximos tres lustros: un 14,9%. Cada año se menguará a razón de 2.029 empadronados, hasta un global de 30.441.
La hemorragia arterial es el término médico usado para definir la más
grave de las pérdidas de sangre que, de un rojo rutilante, sale como un
chorro intermitente poniendo en peligro la vida del paciente. Si la
demografía fuese medicina, bien podría usarse la expresión para
diagnosticar la situación que dibuja para la provincia de Cuenca las
proyecciones de población para los próximos quince años del Instituto
Nacional de Estadística (INE).
Tres conclusiones anegadas por la sangría. Primera: En el año 2018 se
habrá bajado de la simbólica barrera de los 200.000 habitantes, una
situación que no se producía desde 1999. Segunda: La pérdida de
residentes será constante e ininterrumpida en los próximos tres lustros,
a razón de 2.029 al año hasta un global de 30.441. Y tercera: el
conquense es, tras Zamora, el territorio español que más peso
poblacional va a perder en términos relativos, un 14,9%.
A 1 de enero, según los datos del INE, vivían en la provincia de Cuenca
un total de 204.388. En 2031, según las estimaciones del mismo
organismo, la cifra habrá bajado a 173.597.
Menos gente y más envejecida. El mismo estudio señala que los centenarios prácticamente se duplicarán en los próximos quince años. De los 125 actuales a 234. Otro ejemplo: de 677 nonagenarios en 2016 a 1.011 en 2031. Y, al contrario, de 1.523 menores de un año contabilizados en 2016 a 1.200 en el último año de la proyección.
En 2031 los mayores de 80 años serán más de 15.805, una cifra similar a
la actual población de Tarancón. El 19,24% de la población conquense
tendrá más de 65 años.
Fuente: http://www.vocesdecuenca.com
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