La Noche de San Juan es una festividad de origen pagano (Litha), en la que se suelen encender hogueras o fuegos, ligada con las celebraciones en la que se festejaba la llegada del solsticio de verano, el 21 de junio en el hemisferio norte, cuyo rito
principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito
era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días, iba haciéndose
más "débil" ―los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de
invierno―. Simbólicamente el fuego también tiene una función
"purificadora" en las personas que lo contemplaban.
En muchos lugares no cabe duda de que las celebraciones actuales
tienen una conexión directa con las celebraciones de la antigüedad
ligadas al solsticio de verano, influidas por ritos pre-cristianos o
simplemente vinculados a los ciclos de la naturaleza. Sin embargo, en
otros lugares (por ejemplo España y Portugal)
la existencia de una vinculación entre las celebraciones del solsticio
de verano (en el hemisferio norte) que tiene lugar el 20-21 de junio y
las celebraciones del día de San Juan (el 24 de junio) varían en función
de las fechas, la discontinuidad en la celebración, las tradiciones y
costumbres, etc. Pese a ello, se observan elementos comunes como es la
realización de hogueras en las calles y plazas de las poblaciones donde
se reúnen familiares y amigos.
La vinculación de los ritos ligados al solsticio de verano con otra
celebración popular y bastante extendida del mes de junio, las «verbenas
de San Pedro» (el 29 de junio), resulta aún menos clara.
Hay dos momentos del año en los que la distancia angular del Sol al
ecuador celeste de la Tierra es máxima. Son los llamados solsticios. El
de verano es el gran momento del curso solar y -a partir de ese punto-
comienza a declinar. Antes de cristianizarse esta fiesta, los pueblos de
Europa encendían hogueras en sus campos para ayudar al Sol en un acto
simbólico con la finalidad de que "no perdiera fuerzas". En su
conciencia interna sabían que el fuego destruye lo malo y lo dañino.
Posteriormente, el hombre seguía destruyendo los hechizos con fuego.
Esperamos que nuestros vecinos que han marchado a Benidorm con el viaje de fin de curso de los alumnos del colegio por último año, puedan celebrar esta tradición tan arraigada en los pueblos costeros.
Les conminamos a todos ha realizar la simbólica quema de los malos momentos del año y el inicio de los buenos augurios del presente.
Fuente: Wikipedia, cometamagico.com.ar
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