Gracias a estos últimos días de calor, además de sufrir sus rigores, la naturaleza en su sabiduría nos deleita con unos sabrosos frutos. Las moreras están madurando con sus moras, y los cerezos empiezan a coger color, dispuestos a darnos su dulzor.
La cereza (prunus cerasus) es usada desde hace milenios como depurador intestinal, para librar a nuestro cuerpo de toxinas, ayudan a regular los niveles de ácido úrico y
se utilizan en el tratamiento preventivo contra la gota. Tiene un
efecto regulador del hígado y del estómago, un alto contenido en antocianinas son antioxidantes, justo todo lo que necesita el cuerpo para prepararse para el verano incipiente.
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