Llanto de España
Matrona de la tierra y los mares:
¿Son tantos los pesares
En que sientes sumida tu grandeza
Que tu rugoso rostro venerado
Encuéntrase inundado
Entre sombras de llanto y de tristeza?
¿Por qué retratas en tu faz enojos?
Por qué manan tus ojos
Lagrimones gigantes de amargura?
¿Por qué, madre sublime, tu garganta
Tus grandezas no canta
Y sólo un himno de dolor murmura?...
Tú, que llevaste a ignotos continentes
El valor de tus gentes
Con bienhechoras, célicas doctrinas,
elevando palacios y ciudades
En vastas soledades,
Entre el silencio de desiertas ruinas;
Tú, que hallaste de un mundo los senderos
Y a tus aventureros
Convertiste en gigantes y leones,
E hiciste que tus sabios y tus reyes
Al mundo dieran leyes
Al par que le enseñaban oraciones;
Tú, que por todos fuiste respetada. . .
Te ves ahora callada
Con faz llorosa, con los ojos fijos
En los pueblos que madre te llamaron
Y siempre respetaron
A tu historia, tu tierra y tus hijos . . .
...........
Más no solloces más, valiente España;
Que al par que el llanto empaña
Los senos de tu rostro venerado,
Aquellos hijos que mataron, crueles,
Tus glorias y laureles
Viven también su iniquidad llorando.
No solloces, que aún quedan hombres buenos
Valientes y serenos
Que desharán tus tétricas cadenas,
¡Ansiosos de vivir por adorarle!
¡Dispuestos a librarte
De fuertes ansias y de duras penas!
No solloces, que tu dolor profundo
Conmueve a todo el mundo,
Haciéndole tal vez compadecerte.
Y ¡tú no tienes que pedir clemencia
Mientras quede en tu suelo una conciencia
Gozosa de luchar por defenderte!
Eliseo Feijoo García
Torrejoncillo del Rey, 1936.
Fuente: Diario El Defensor de Cuenca. Año VI. Núm. 236. sábado 4 de julio de 1936.
Gracias a todos los que colaboráis por tenernos informados de todos los acontecimientos. La poesía de Eliseo Feijoo, ¡MAGNIFICA!
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