El director técnico de Seguridad Nuclear del regulador atómico
expone a Enresa sus "dudas" en un extenso informe en el que advierte de
múltiples "deficiencias" en la documentación presentada por la empresa
pública
Dice que no hay "un conocimiento suficiente para
garantizar el comportamiento seguro" de los edificios y reclama
"parámetros más realistas" en las mediciones del potencial de inundación
Advierte
de que el acuífero que atraviesa la parcela elegida en Villar de Cañas
es "muy relevante" y solicita "aclaraciones e información adicional"
sobre 124 aspectos
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha cuestionado
"la idoneidad del emplazamiento" del Almacén Temporal Centralizado
(ATC) que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) promueve
en la localidad de Villar de Cañas (Cuenca), en un informe en el que
advierte de múltiples "carencias" en la documentación presentada por la
empresa pública para la solicitud de la imprescindible autorización
previa de la instalación por parte del organismo.
En
el informe, un documento interno firmado por el director técnico de
Seguridad Nuclear del regulador, Antonio Munuera, al que ha tenido
acceso eldiario.es, el CSN remite a Enresa un extenso catálogo de
"propuestas" e "iniciativas que pueden contribuir significativamente",
dice, a "resolver las dudas existentes sobre la idoneidad del
emplazamiento del ATC".
Entre otras cosas, el
documento, remitido al director de la División Técnica de Enresa, Álvaro
Rodríguez Beceiro, el 17 de septiembre, solicita "aclaraciones e
información adicional" sobre 124 aspectos relacionados con la
documentación de la solicitud de autorización previa del almacén de
residuos nucleares de alta actividad: geología y geoquímica del terreno,
geotecnia, prospección geofísica, sismología, hidrogeología,
hidroquímica e hidrogeología superficial y meteorología. También adjunta
49 "propuestas de iniciativas" que "pueden contribuir
significativamente a la valoración integrada de información y a resolver
las dudas existentes sobre la idoneidad del emplazamiento".
Las "deficiencias" detectadas en la documentación presentada por
Enresa, que ya está embarcada en un rosario de licitaciones
multimillonarias para acelerar la construcción del almacén, son
múltiples.
En lo que respecta al área de "Geotecnia",
el director Técnico de Seguridad Nuclear del CSN advierte de que "la
definición de las condiciones de cimentación de los diferentes edificios
y servicios del ATC carecería de un conocimiento suficiente para
garantizar el comportamiento seguro de los mismos".
"No se ha hecho un análisis de sensibilidad correcto"
En lo referente a la posible inundación de las redes de transporte y
comunicación, por ejemplo, "no se ha hecho un análisis de sensibilidad
correcto", señala. "En el estudio hidráulico se han observado
deficiencias significativas tanto en los datos empleados como en las
hipótesis realizadas para obtener los niveles de agua en la zona
inundable que, en la mayoría de los casos, se refieren al empleo de
valores o hipótesis no conservadoras cuya variación podría implicar
niveles de inundación superiores a los calculados. Deben contemplarse
otros parámetros más realistas", añade.
En el
apartado de "hidrología superficial y meteorología", también critica
que, para calcular la Precipitación Máxima Probable en el emplazamiento
"se utilizan únicamente 5 tormentas, que se han seleccionando
exclusivamente buscando las que dieron precipitaciones máximas elevadas,
lo que podría excluir situaciones desfavorables de duraciones
diferentes". La normativa, recuerda, "recomienda trabajar si es posible
con 24 tormentas y si no es posible alcanzar este número, trasponiendo
tormentas más alejadas".
"En lo relativo a la
inundación por falta de drenaje local, no se hace referencia a la
necesidad de construir y mantener correctamente un sistema adecuado de
drenaje de la parcela del ATC que impida su encharcamiento". Respecto al
Sistema de alerta de inundación, "es necesario asegurarse" de que "no
se producen problemas ante la presencia de algún fenómeno
extraordinario. En los estudios realizados no se han encontrado
referencias a la necesidad de contar con un sistema de alarma de lluvias
o caudales extraordinarios que permitan poner en marcha los protocolos
de emergencia con la máxima antelación".
Un aspecto "de máxima importancia"
En el capítulo de "hidrogeología", señala que "sin más información que
la aportada es imposible establecer el funcionamiento hidrogeológico
local". También "impide establecer condiciones de borde que limiten las
condiciones de flujo y que definan la zona de interacción del agua
subterránea con la zona de ubicación de las instalaciones del ATC,
aspecto de máxima importancia de cara a establecer la seguridad del
emplazamiento en cuanto a su estabilidad (interacción agua/terreno) y en
cuanto al hipotético transporte de contaminantes desde la instalación".
Respecto al acuífero ubicado en el subsuelo del ATC, Enresa ha
asegurado en sus análisis previos que "todo hace pensar que se trata de
una formación acuífera superficial de poca entidad". Sin embargo, el
informe señala que "debe justificarse esta afirmación por cuanto una
formación que aporta caudales de 12,5 l/s es muy relevante en el marco
de un conjunto de materiales que se valora globalmente como de baja
permeabilidad".
También destaca que "el apartado de
recopilación bibliográfica es insuficiente": la unidad hidrogeológica y
posterior masa de agua subterránea de Sierra de Altomira (donde se ubica
Villar de Cañas) "han sido objeto de numerosos estudios hidrogeológicos
desde los años 90, de los que no hay constancia que hayan sido
consultados".
En el apartado de "sismología", subraya
que, "en cuanto al potencial de fallas activas de la comarca, el que no
estén en el catálogo QAFI [Base de Datos de Fallas Activas en el
Cuaternario de la Península Ibérica] no significa que no existan fallas
en el basamento con características similares a la de Escopete, que sí
lo está". "Que no se hayan publicado o no se observen evidencias de
deformación reciente no significa que no sean potencialmente activas".
También critica que "sólo se han tenido en cuenta las observaciones
superficiales y de la geofísica, de escasa penetración desde un punto de
vista de la sismicidad" para afirmar, como ha hecho Enresa, que "no
existen estructuras potencialmente inestables por respuesta sísmica en
el entorno del emplazamiento ni en sus alrededores".
En lo referente a "Geología y Geoquímica", advierte de que "faltan datos
que permitan dilucidar la interpretación cartográfica y el sentido de
movimiento de las fallas" en el emplazamiento y dice que "debe
explicarse la relevancia" de una "importante falla" del anticlinal de
Zafra de Záncara, a unos 16 kilómetros del emplazamiento.
El CSN solicita tres informes que "deberán contener evidencias y
demostrar", entre otros aspectos, la "estabilidad y competencia del
terreno de cimentación, acotando los posibles riesgos de colapso"; un
análisis más profundo del comportamiento de las áreas subterráneas; y
"una ampliación de los estudios geofísicos destinados básicamente a
descartar la presencia actual de oquedades en el terreno".
Decisión política y calendario en contra
A lo largo de sus 32 páginas, el documento viene a poner en entredicho
la decisión política, atribuida a María Dolores de Cospedal, secretaria
general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, de ubicar el ATC en
esa localidad, la peor candidata de entre las finalistas a albergar la
instalación desde el punto de vista geológico. Una decisión tomada por
el Gobierno en tiempo récord (menos de diez días), tras dos décadas de
retrasos, y que afecta a una infraestructura vital para garantizar la
seguridad de los residuos nucleares, que no ha venido precedida de la
misma celeridad para materializar el proyecto.
El
presidente de Enresa, Francisco Gil-Ortega, un expolítico sin
experiencia previa en el sector nuclear, planteó en una carta remitida
el 24 de septiembre al Ministerio de Hacienda su "extraordinaria
preocupación" ante "cualquier circunstancia" que pueda "comportar una
dilación en los plazos previstos para la puesta en marcha" del ATC.
La "primera" de esas circunstancias, decía, es la autorización de un
polémico proceso de contratación de personal que, tal y como publicó el
diario.es, abre la puerta a la colocación a dedo de 28 personas; pero son los requerimientos del CSN, subrayan fuentes del sector nuclear, los que deberían inquietar a Gil-Ortega.
El tiempo corre en su contra, ya que en junio de 2017 deberían volver
los residuos de Vandellòs II que actualmente se almacenan en Francia y
que, de quedarse allí pasada esa fecha límite, exigirían el pago de
importantes penalizaciones por parte del Estado español. La otra
derivada, aparte de un retraso cada vez más probable, es el incremento
de costes de una instalación cuyo presupuesto ronda actualmente los
1.000 millones de euros, la mayor obra pública de esta legislatura. Y
ante el temor a que no se cumplan los plazos, prácticamente todas las
centrales nucleares (sólo falta Cofrentes) tienen o proyectan ya
almacenes independientes para poder custodiar sus residuos, ante el
previsible llenado de sus piscinas.
Fuente: http://www.eldiario.es/economia/CSN-cuestiona-idoneidad-emplazamiento-Cuenca_0_321268827.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario