viernes, 12 de abril de 2024

Algunas orquídeas de la ciudad de Cuenca.

 Cuando pensamos en orquídeas, a la mayoría de la gente se le pasan por la cabeza las imágenes de las preciosas flores que vemos en tiendas de plantas especializadas, viveros o incluso supermercados, generalmente del genero Phalaenopsis, originarias de zonas tropicales del sureste de Asia o Sudamérica.

La familia de las orquídeas es la segunda en el reino vegetal en cuanto al número de especies (entre 25.000 y 30.000) [1] y se extienden casi por la totalidad del  mundo. Atendiendo a este grado de adaptación y  evolución, la cual han llegado a equiparar a la de los primates en el mundo vegetal [3], no es de dudar que también aparezcan sus representantes en la Península Ibérica, donde contamos con 26 géneros y unas 90 especies [1] de estas maravillosas plantas con sus hipnotizadoras inflorescencias.

 

Dentro de la Península es muy destacable su presencia en la provincia de Cuenca, donde se encuentran casi 60 especies [2] repartidas en los diferentes hábitats y sistemas naturales en los que desarrollan sin ciclos vitales para el deleite, en muchos casos, de los observadores más atentos. Concretamente la Serranía de Cuenca es una de las principales zonas en importancia a nivel nacional para esta familia vegetal.

A pesar de encontrarse por toda la provincia, queremos remarcar en este artículo que no es necesario coger el coche para apreciar e iniciarse en el mundo de las orquídeas, simplemente con unas botas, una lupa y un cuadernillo de campo y un poco de tiempo para un agradable paseo, podemos encontrar en las sendas que emanan de la misma ciudad de Cuenca alguna de estas maravillas de la naturaleza.

Mostraremos a continuación algunas especies observadas a menos de 5 km del perímetro de la ciudad de Cuenca, incluso en sus parques y jardines, con el fin de animaos a buscarlas y por supuesto a ampliar vuestro listado de especies, siempre teniendo en cuenta el no dañar ningún ejemplar de estas delicadas vecinas.

Orquideas del genero Cephalantera en un jardín en Cuenca.

Algunos datos curiosos [1], [2].

El nombre de las orquídeas procede de la terminología griega “orchis” que significa testículos, debido a la semejanza que  presentan algunos órganos subterráneos de estas plantas. Todas son perennes aunque no sean visibles todo el año, esto es debido a la función de estos órganos como estructuras de reserva para la época desfavorable. Otra de las funciones de estos tipos de órganos radiculares es la de la multiplicación vegetativa.

El grado de especialización es tal, que dependen de la invasión de un hongo en sus semillas para que estas puedan germinar. Esta relación en principio simbiótica no está clara del todo, ya que al parecer  es la orquídea la que se nutre de la invasión del hongo sin aportar mucho a esta unión, pero sin acabar por completo con el hongo para mantenerlo vivo.

Por si esto fuera poco, son de las especies vegetales que más empeños han puesto en la especializarse en la polinización entomófila (por insectos). Han creado flores muy complejas con unos mecanismos y estructuras envidiables por cualquier ingeniero o inventor. A parte de lo atractivo que puede ser el néctar o el polen, también generan callos de superficie glutinosa que parece ser del gusto de algunos insectos. Ha mostrado capacidades dignas de los artistas, desarrollado gran variedad de colores y diseños de dibujos para establecer relaciones directas con insectos específicos. También son capaces de generar olores que imitan al de las feromonas de ciertas especies de Hymenopteros (abejas) para atraer a los machos de estos insectos, una vez que el macho ha llegado se ha observado que dejan de generar estos olores.

Y para rematar estas increíbles adaptaciones, llegan hasta imitar la forma completa del insecto al que quieren atraer con el labelo de sus flores, hasta creando una distribución de “pelos” que incluso confunde a los machos que llegan hasta estas flores y les hace pensar que están agarrados a una compañera del sexo opuesto, esto ocurre sobre todo en el género Ophrys.

Una de las especies presentes en Cuenca Neottia nidus-avis, es  de las escasa de vida saprofita (se alimenta de materia orgánica) en la Península. Carece de clorofila apreciable, y llega a florecer bajo tierra en algunas ocasiones.

 

Algunas de las especies de las sendas de la ciudad.

Este pequeño listado se engloba dentro de un trabajo de identificación de las orquídeas próximas a la ciudad de Cuenca, aún en desarrollo. Concretamente aquellas presentes en las cuadriculas de  1 x 1 kilómetros  establecidas  hasta una distancia de 5 km desde los límites del núcleo urbano principal de Cuenca.

No se pretende hacer una descripción de las especies, ya que estas descripciones aparecen más detalladas en las guías y bibliografía recomendada, la cual ha sido consultada para la identificación y redacción de este texto. Además no es difícil encontrar hibridaciones entre especies próximas, por lo que muchas veces es complicado establecer claramente la especie y de ahí la continua aparición y revisión de taxonomía.

La época de mayor presencia y floración de las orquídeas comienza en abril y se prolonga hasta el verano, algunas de las que han sido observadas son:

Anacamptis pyramidalis (L.) Rich.

Especie con inflorescencias muy densas, aunque pueden aparecer con menor número de flores, como es más común en las cercanías de Cuenca. Esta inflorescencia es de forma piramidal, característica que le da su nombre. El género Anacamptis comparte similitudes con Orchis [2], pero este presenta dos crestas características en la base del labelo [1] (pétalo modificado de las orquídeas que se encuentra en la parte baja de la flor). Esta especie es bastante tolerante a los terrenos soleados y más secos [1], [2], generalmente en zonas abiertas de pinares o encinares, se pueden observar por la zona de Paúles.

Anacamptis pyramidalis en la zona de paúles.

Cephalanthera longifolia (L.) Fritsch y Cephalantera damasonium (Mill.) Druce

A pesar de ser dos especies diferentes se mencionan juntas en esta lista. Ambas presentan inflorescencias blancas y las flores semicerradas, aunque las tiene algo más abiertas C. longifolia. También se diferencian en las hojas presentando C. longifolia, como indica su nombre, hojas más lineales-lanceoladas que C. damasonium que son más ovales-lanceoladas. C. damasonium se parece tener una preferencia por zonas más húmedas que C.longifolia. C. damasonium la podemos encontrar en la ribera del río Huécar y C. longifolia se ha llegado a ver incluso en el jardín del centro de salud nº 2, durante la pandemia cuando no recibía cortas periódicas del césped.

Cephalantera damasonium en la ribera del Júcar.

Epipactis rhodanensis Gévaudan & Robatsch

Especie bastante curiosa y una de las que te obliga a usar una lupa cuentahílos para su observación debido al pequeño tamaño de sus flores. No es muy abundante en la provincia y es endémica de la Península Ibérica [2] de ahí el otro nombre con la que la identifican algunos autores, E. hispánica. No presenta colores llamativos, ya que predomina el verde en toda la planta, característica de la variedad de Cuenca [2]. Prefiere los bosques de ribera, se puede encontrar en la ribera del Huécar.

Epipactis rhodanensis en la ribera del Huécar.

Ophrys dyris Maire

Considerada muy rara en el territorio conquense [4], de hecho solo se ha encontrado un ejemplar en las proximidades de Cuenca, y tras una revisión de la bibliografía no se encontraba citada en esta zona hasta ahora. Otros autores la engloban dentro del grupo fusca o como subespecie de O. fusca. De gran belleza como las otras especies de este género. Destaca por la pilosidad aterciopelada blanquecina y el diseño de la mácula o espejuelo (mancha con diferentes diseños y colores en el labelo) en forma de letra omega. Prefiere suelos más arenosos o arcillosos. También en hábitats de Pinus nigra con R. officinalis o sotobosque de B. sempervirens, Q. coccifera y P. halepensis [2].

Ophrys dyris en las proximidades de Cuenca.

Ophrys lutea Cav.

Muy vistosa e inconfundible debido a su color amarillo en el labelo. En las proximidades de Cuenca prefiere zonas de prados y matorrales aclarados, aunque se la puede encontrar en claros de pinares. La podemos ver en la senda que parte de la iglesia de las Angustias, así como entre cultivos por los alrededores de Las Cañadillas, y esporádicamente por la ribera del Júcar.

Ophrys lutea en la senda de la iglesia de las Angustias.

Ophrys gr. scolopax       

Sin duda la que posee un diseño de la flor más bello y colorido, presentando gran variabilidad en el mismo. Destaca un apéndice en el final del labelo [1], [2]. También es una de las que más se hibrida con otras especies del género como con la que mencionamos a continuación. Es la más adaptable del género en cuanto a hábitats [2]. Habita en prados, bosques y matorrales aclarados, sobre suelos preferentemente básicos [1]. La podemos encontrar en el camino a cueva de la zarza o en Las Cañadillas por ejemplo.

Ophrys scolopax con diferentes diseños de la mácula observadas en las cercanías de Cuenca.

Ophrys gr. sphegodes  

Otra especie con gran variabilidad en el diseño del espejuelo y de la flor en general, aunque destaca el dibujo en forma de H o de X. También se hibrida con otras especies del género. Debido a esta gran diversidad algunos autores incluyen en el grupo sphegodes  especies como la O. incubacea,  O. castellana o varias subespecies de O.phegodes [1]. Al igual que la anterior es una especie muy adaptable. En Cuenca la podemos observar en la gran mayoría de las sendas (Cueva de la Zarza, Iglesia de las Angustias, ribera del Júcar…) se puede observar incluso en algunos jardines si no les pasan muy a menudo el cortacésped.

Ophrys sphegodes y la gran variabilidad de diseños del espejuelo observados en las cercanías de Cuenca.

Ophrys speculum Link

Una de las especies, al igual que las anteriores mencionadas de este género, que pone más empeño en imitar a sus polinizadores. Esta llega a adoptar un tono azulado marino o metálico en el espejuelo y presenta gran pilosidad. Algo más termófila que el resto, también se ha observado en algún jardín de la ciudad y por la zona de las Cañadillas.

La próxima primavera y verano os ánimo a observar y aprender sobre estas maravillosos miembros de nuestra flora, siempre recordando en no dañarlas ni recolectarlas, ya que varias de ellas se encuentran protegidas, pero todas son importantes en los sistemas naturales en los que se encuentran.

Ophrys speculum en la zona de las Cañadillas.

Bibliografía

[5] Castroviejo, S., Aedo, C., Cirujano, S., Laínz, M., Montserrat, P., Morales, R., Muñoz Garmendia, F., Navarro, C., Paiva, J. & Soriano, C. (eds.). 1993. Flora iberica 21. Cap. 189 Orchidaceae. Real Jardín Botánico, CSIC, Madrid.

[2]. Coronado Martínez, A. & Soto Perez, E. (2017). Orquídeas de la provincia de Cuenca. Guía de campo. Pp. 252. Jolube Consultor Botánico y Editor. I.S.B.N: 978-84-945880-5-1.

[7] Delforge, P. (2002) Guía de las orquídeas de España y Europa, Norte de África y Próximo Oriente. Lynx Eds. Barcelona.

[1]. Gamarra Gamarra, Roberto & Galán Cela, Pablo & Alvarez Díaz, Sergio. 2013. Orquideas Ibericas. Recurso web online: www.orquideasibericas.info

[4] Garcia Cardo, O., Bartolomé Esteban, C. & Martínez Labarga, J.M. 2021. Atlas de la Flora singular y amenazada de la provincia de Cuenca. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

[6] Gómez Serrano, M. A. & Mayoral García-Berlanga, O. 2013. Flora Amenazada y de interés del Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Red de Áreas Protegidas. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Cuenca. I.S.B.N: 978-84-616-4969-3.

 [3]. Sanchez Gómez, Pedro & Jiménez Martinez, Juan F. & Picazo Martinez, Eduardo & Catalán Hernandez, Antonio E. 2009. Orquideas silvestres del Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima. Pp. 120. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. I.S.B.N: 978-84-7788-566-5.

Fuente: losojosdeljucar.com/

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