Se denomina así, a un ser femenino en espera de quien la desencante durante la Noche de San Juan, cuando la luz que oculta a la Atalaya se transforma en llama que el hombre debe apagar con una rama de sauce; si lo logra, la Atalaya, a pesar de estar protegida por cuélebres, es desencantada, y en recompensa entregará y las riquezas de su palacio , a quién la liberó.
Fuente: etimologias
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