La increíble aventura de cuatro conquenses: De Cuenca a París en bicicleta

Alberto, Rober, Víctor y Samu han emprendido un apasionante viaje en bicicleta hasta Trocadero donde tienen previsto llegar el próximo 28 de julio.

Con un par de camisetas y calzoncillos, un maillot de repuesto, algo de aseo, cargadores y toda la ilusión del mundo. Es todo el equipaje de los conquenses Alberto, Rober, Víctor y Samu en la maravillosa aventura que han emprendido y que les llevará desde las puertas de sus casas hasta Trocadero, el barrio de París con mejores vistas de la Torre Eiffel. El Día Digital de C-LM habla con ellos dos días después de haber iniciado su expedición.

La Operación 'SIRAP' -París al revés- ya ha empezado. A Alberto, Rober, Víctor y Samu les unen muchas cosas y ahora una de ellas, su pasión por el ciclismo, les ha llevado a luchar por cumplir un reto increíble: Viajar desde Cuenca a París en bicicleta. 

El viaje comenzó el pasado domingo, 17 de abril, y tienen previsto llegar a la capital francesa el próximo día 28, realizando una media de entre 100 y 120 kilómetros diarios. "Queremos disfrutar al máximo del viaje y conocer las ciudades por las que pasamos, como Pamplona, Bayona o Burdeos", cuenta Alberto de Isidro Alvares. Durante la primera jornada, Alberto partió desde su pueblo, Carrascosa del Campo, con destino a Albalate de Zorita (Guadalajara), donde se encontró con sus tres íntimos amigos de Tarancón. Los cuatro comparten filosofía de vida. Una auténtica 'vida de ricos', como ellos la llaman, disfrutando a lo grande de las cosas más sencillas, como un paseo entre paisajes de cuento o un bonito atardecer.

La idea del viaje surgió después de que hace un año realizaran una ruta en bicicleta desde Cuenca hasta Santiago de Compostela. "Fue entonces cuando nos propusimos un reto más gordo y pensamos en llegar a París. Era un sueño, un reto brutal", dice Alberto. Un sueño que ahora se está cumpliendo y que están disfrutando como niños viviendo experiencias inolvidables: "Disfrutamos cada momento y la gente que conocemos por el camino y a la que contamos nuestro viaje casi no se lo cree y piensa que le estamos vacilando". 

Las jornadas ciclistas comienzan temprano y cerca de las siete de la mañana empiezan a pedalear para llegar lo antes posible a su destino y hacerlo durante las horas de menos calor. "Luego tenemos que lavar la ropa, descansar y también aprovechar para conocer el pueblo o la ciudad donde nos encontramos". Hasta el momento el viaje transcurre sin incidentes, salvo una pequeña avería en la bicicleta de uno de ellos que, afortunadamente, pudieron arreglar para continuar adelante con el camino. 

Desde Cuenca y Torrejoncillo del Rey les mandamos todo nuestro ánimo y fuerza para que nunca dejen de perseguir sus ilusiones.

Fuente: eldiadigital.es