Fue la Asociación Cultural Alonso de Ojeda quien diseñó, organizó, la senda y propuso la señalización y acondicionamiento de esta ruta calificada como “experiencia de interés geológico” en la que destaca la mina romana de lapis specularis.
Descarga aquí el folleto informativo.
La ruta de pequeño recorrido PR-CU 119 ‘Sendero de la Mora Encantada’, un trazado circular de unos 12 kilómetros y "dificultad media" que une la población de Torrejoncillo del Rey con su pedanía Horcajada de la Torre, ya ha recibido la homologación oficial por parte del Consejo de Gestión de Senderos de Cuenca, el organismo encargado de la promoción del senderismo y la ordenación de los trazados señalizados en colaboración con la Diputación de Cuenca y la Federación de Deportes de Montaña de Castilla-La Mancha.
Fue la Asociación Cultural Alonso de Ojeda quien propuso, trabajó y luchó por sacar adelante el proyecto de señalización, acondicionamiento y puesta en valor de este camino calificado en el folleto informativo como “experiencia de interés geológico” pues la mina romana de lapis specularis (espejuelo) ‘La Mora Encantada’ es el recurso que le da nombre por tratarse del más destacado, no solo desde el punto de vista histórico sino también geológico y medioambiental —está catalogado como Lugar de Interés Geológico (LIG TM120) por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME)—. Además, es una interesante cavidad habilitada para las visitas turísticas —previa reserva en el consistorio (969 278 007)— tras los trabajos de investigación, puesta en valor y difusión realizados por el equipo multidisciplinar de la Asociación Lapis Specularis.
Plano del recorrido incluido en el folleto oficial.
Otras paradas de interés histórico y etnográfico documentadas con mesas de interpretación y paneles informativos que se encuentran como derivaciones del sendero son los yacimientos celtíberos de los cerros de la Plaza de Armas y La Atalaya, el chozo de Murie y el casco histórico de Horcajada de la Torre con sus cuevas-bodegas en los altozanos cercanos al núcleo urbano. Asimismo, la travesía bordea el arroyo de Hortizuela hasta las cercanas ruinas de la ermita de la Esperanza —construcción de arquitectura popular excavada en tierra y yeso a modo de cueva—, pasa por la amplia meseta de Los Llanos, el vallejo del Peral y llega hasta el punto de encuentro de los ríos Gigüela y Valdepalomar.
Fuente: alcarriaesmas.com
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