Dando un paseo para degustar las moras que empiezan a estar maduras, nos encontramos con un pequeño habitante de nuestros campos, que muchas veces no vemos, pero cuya labor es importante para mantener a raya a pequeños roedores e insectos, y que deberíamos tener cuidado de su bienestar así como tomar precauciones para no atropellarlo o pisarlo.
Como podeis comprobar, siempre la naturaleza nos sorprende si vamos con los ojos abiertos a los secretos que nos ofrece, cambiando el "chip" de nuestra vista urbana, podemos ver tesoros como el pequeño sapillo, o el nido colgante abandonado en un olivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario