
El coronavirus SARS-CoV-2 tiene una capa externa que rodea su material genético y está hecha de moléculas de grasa, algo que nos sirve para destruir al virus.
Aquí te explicábamos por qué el jabón es perfecto para acabar con él, gracias a sus moléculas (llamadas surfactantes), que tienen dos extremos: uno se disuelve muy bien en grasas, mientras que el otro lo hace en agua. Cuando estas moléculas entran en contacto con la capa externa de grasa del SARS-CoV-2, la disuelven y desgarran el virus.
En cuanto a los geles desinfectantes, los de base de alcohol son los más efectivos. Deben contener al menos un 60% de alcohol. Si lo estás utilizando para limpiar superficies, los Centros de Control de Enfermermedades (CDC) de EEUU recomiendan que tengan una concentración mínima del 70%. ¿Qué hacen las moléculas de alcohol? Dos cosas: disuelven la capa grasa externa del virus y dañan la estructura de las proteínas del virus, destruyéndolo.
Respecto a la desinfección de superficies, la lejía es una buena opción para las zonas que están más en contacto con las personas porque esta sustancia reacciona y destruye las proteínas del virus y su material genético. El Ministerio de Sanidad recomienda hacer una dilución en agua de 1:50, como te contábamos aquí. Es importante rociar la superficie que queramos desinfectar y luego dejar actuar durante unos 10 minutos para obtener el máximo efecto. No te olvides de utilizar guantes cuando vayas a limpiar con lejía.
En cuanto al agua oxigenada (peróxido de hidrógeno), una solución mínima de 0,5% es efectiva contra virus. También reacciona y destruye las proteínas virales y el material genético. Del mismo modo, se debe dejar actuar hasta 10 minutos. Tampoco hay que mezclarla con otros limpiadores, en especial aquellos que contienen vinagre.
Fuente: https://maldita.es/
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