El periodo de Adviento, que como sabemos es el tiempo de preparación para la Navidad y que comienza cuatro domingos antes de esta fiesta, es un momento importante dentro de las iglesias cristianas. Significa “venida” en referencia claro está a la venida de Jesucristo; y es un tiempo para recordar el pasado, impulsar vivir el presenten y preparar el futuro.
El color del Adviento es el morado, que significa penitencia y conversión, y todo su sistema está cargado de simbolismo y tradiciones que se remontan a muchos siglos atrás: las cuatro velas, la Corona Circular de Adviento, las ramas verdes… todo en este tiempo litúrgico está impregnado de simbología que enlaza religiosidad y tradición.
Tiene dos periodos. EL primero hasta el 16 de diciembre en el que aparece un mayor relieve el aspecto escatológico y orienta hacia la espera de la venida de Jesucristo. Y un segundo periodo de Adviento desde el 17 hasta la Nochebuena, el 24 de diciembre. Estos últimos días son conocidos como “la Semana Santa de la Navidad”.
Entre los recursos teológicos y litúrgicos que ofrece el Adviento tenemos una bonita tradición oral católica: las “Antífonas Mayores de Adviento”. Se trata de oraciones dirigidas a Jesucristo en melodía gregoriana, que se cantaban dentro de la liturgia de las horas* en Vísperas, en la tarde. Consta de siete oraciones, una para cada día desde el citado 17 de diciembre, con la peculiaridad que todas las oraciones comienzan con la palabra “Oh”, por esto también son conocidas como “Antífonas O”.
En la imagen aparecen las siete Antífonas O en latín, y el inicio de las respectivas oraciones traducido al castellano, tendrían los significados: Oh Sabiduría, Oh Dios Poderoso, Oh Raíz de Jesé, Oh Llave de David, Oh Oriente, Oh Santo de los Santos, y Oh Rey de las Naciones.
Dejo para los curiosos el siguiente enlace para saber de las oraciones completas:
https://infovaticana.com/blogs/sacram-liturgiam/las-antifonas-mayores-de-adviento/
Se da también la curiosidad que las primeras letras de los títulos de las Antífonas O, leídas en sentido inverso forman el acróstico latino «Ero Cras», que significa «Mañana, yo vendré», y reflejan el tema principal de estas oraciones cantadas, que es la Venida de Cristo. Para aquellos que gusten del canto gregoriano se puede tener acceso a estos siete rezos en esta melodía a través de “YuoTube”.
Y por último, otra bonita tradición de Adviento, en la Nochebuena, bien conocida en las iglesias de Mallorca, Valencia, Cerdeña…, es “El canto de Sibila”, otra bellísima expresión de nuestra cultura medieval. Es una tradición que procede de la Baja Edad Media y que ha perdurado hasta nuestros días. Se trata de un drama litúrgico cuyo contenido anuncia el Juicio Final, con un mensaje terrorífico (para la época) que vaticina los horrores del Día del Juicio, el castigo de los malvados y el premio de los justos. Comienza con este versículo poderoso: “Iudicii signum tellus sudore madescet” (“El día del juicio toda la tierra se empapará de sudor”); muy lejos de los sensibles –y comerciales- mensajes de nuestra época moderna, ¿verdad?
Termina invocando a la Virgen que acaba de dar a luz a su Hijo, para que interceda por nosotros; de aquí que este canto en melodía gregoriana aún se entone en muchas de las iglesias de Mallorca, Cataluña, Valencia y otros países del sur de Europa, en la noche de Navidad del 24 de diciembre, en la Misa del Gallo. El músico catalán Jordi Savall, premio Nacional de Música, tiene una excelente versión del Canto de Sibila, cantado por la soprano también española Montserrat Figueras;
Preciosas curiosidades del Adviento y nuestra tradición. ¡Feliz Navidad a todos los hombres de
buena voluntad!
Torrejoncillo del Rey (Cuenca), 17 de diciembre de 2018
CARLOS CUENCA ARROYO
Muchas gracias por este regalo.
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