miércoles, 26 de julio de 2017

Prieto entrega a Pineda de Gigüela el restaurado cuadro del siglo XVII de San Francisco de Paula


En un día señalado, como es la festividad de Santiago Apóstol, Patrón de España, y en plenas fiestas patronales en honor de Santa Ana, el pueblo de Pineda de Gigüela ha recuperado, de manos del presidente de la Diputación de Cuenca, Benjamín Prieto, un cuadro del siglo XVII de San Francisco de Paula, una vez ha sido restaurado en su integridad por el Centro de Conservación y Restauración de la institución provincial.
Un acto que se ha desarrollado este martes en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Natividad al término de la misa en honor a Santiago Apóstol, en el que Prieto, que ha estado acompañado de la subdelegada del Gobierno, María Lidón Lozano, y la alcaldesa, Encarnación Saiz, ha remarcado el arduo trabajo que ha conllevado durante un año la restauración de este cuadro barroco descubierto en la ermita de Santa Ana de la localidad, aunque, según ha dicho, ha merecido la pena tanto por el excelente resultado final como por el hecho de que se ha recuperado una parte de la historia del municipio.
Y es que, tal y como ha subrayado, desde la Diputación se otorga especial importancia a la recuperación y puesta en valor de nuestro patrimonio como una herramienta vertebradora de la provincia y una manera de enriquecer el legado cultural de nuestros antepasados para el disfrute de las nuevas generaciones y, como no, de nuestros visitantes.
De autor anónimo, en este cuadro se representa a San Francisco de Paula, fundador de la Orden de los Mínimos, con aspecto de anciano, barba blanca y los elementos iconográficos característicos, tales como la inscripción latina charitas (Caridad), el hábito franciscano de color pardo con capucha y el cayado.
Esta obra del siglo XVII se encontraba en un estado de deterioro muy avanzado, lo que ha obligado a realizar una profunda restauración, teniendo que reintegrar policromías y tela, además de sustituir por completo el bastidor de madera y el marco.
El lienzo se ha reentelado con lino, adhiriendo una nueva tela al cuadro desde la parte trasera permitiendo tensarlo en el nuevo bastidor y corregir deformaciones. Asimismo, además de realizar un injerto en la parte inferior, donde había un rasgado del tejido, se ha acometido el sentado de la policromía con cola de conejo, papel japonés y espátula térmica.
Dentro de la intervención, también se ha ejecutado una limpieza química con disolventes específicos para la restauración para retirar restos de barniz y repintes en toda la obra que llegaban a ocultar la inscripción original de Charitas, el nimbo y la incripción relativa al propio santo. Para ello ha sido necesario un estudio previo mediante radiación ultravioleta.
En aquellas zonas donde la policromía se había perdido, se ha estucado y reintegrado con acuarelas utilizando la técnica del rigattino consistente en la superposición de líneas hasta igualar con el tono del original. Y, por último, se ha rematado la actuación con la aplicación de un barniz para saturar los colores y proteger la policromía del paso del tiempo.
Una profunda restauración que este martes han podido comprobar in situ los vecinos de Pineda de Gigüela, que se han acercado a la iglesia parroquial para disfrutar de esta bella obra barroca, para algunos totalmente desconocida.
Fuente: www.vocesdecuenca.com

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