A Nuestra Piedad de Urbanos
Cuando llegan cada año
las soñadas vacaciones
cuando por fin la alegría
inunda los corazones.
Cuando ya dentro del coche,
aprendemos el camino
y pensamos en nuestra tierra
nos sentimos más unidos:
Va tu nombre en nuestros labios
por toda la carretera,
y es tu imagen nuestra guía
a través de España entera.
¡Ay Madre cómo nos tira!
¡Cómo tira nuestra tierra!
¡Cómo tira y cómo empuja
arrastrando el alma entera!.
¡Cómo quisiera poder
levantar las cuatro ruedas,
y volar..., más correr
camino de nuestra tierra!
Y cuando llegues por fin
a este pueblo tan soñado;
cuando tú crees compensado
las penas que has pasado,
y en tu mirada se vuelca
el corazón destrozado...
¡Ay Madre, qué gran vacío
en el alma va quedando!
¡Cómo besas al mirar
esas piedras que pisaron
los que quedaron atrás
y tu vuelta no esperaron!.
¡Cómo se queda pegada
en un abrazo apretado,
en las calles y en las casas,
en la iglesia y en los campos!
En esa ermita querida
donde Tú, Madre, esperando
le das aliento y consuelo
al corazón destrozado.
Eres Madre, nuestra guía,
pañuelo de nuestro llanto,
esperanza en nuestras vidas,
motivo de nuestro canto.
Y ese vacío que la vida
en el alma va dejando,
ese vacío, Madre mía,
¡sólo tú puedes llenarlo!
Autor: Lorenzo
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