martes, 13 de diciembre de 2016

Apellido Balsalobre

Os dejamos con esta reseña de 1930 que hizo don José María Álvarez y Martínez del Peral para el periódico El Día de Cuenca, en su sección "Apellidos conquenses".

Ni muy extensa ni detallada, por desgracia, puede ser el historial del apellido Balsalobre, no obstante su importancia y alcurnia, pues muy escasos han sido los datos que he podido obtener, aunque en la creencia de que en varios archivos particulares habrá documentos con que acrecentar nuevos detalles a esta monografía. 
Aunque la ortografía no rige para los apellidos a juzgar por la etimología del mismo, debiera escribirse Valsalobre (como se escribe el nombre del pueblo conquense) y no Balsalobre, pues este apellido no es sino contracción de Valle Salobre o Valle Salado: con todo lo escribiremos con B.
Su origen es aragonés y su casa solariega estaba en los montes Pirineos de la provincia actual de Huesca. Sin datos exactos, su aparición en la provincia de Cuenca data desde su conquista, retirándose a una aldea, entonces insignificante, que más tarde se llamó Valsalobre por ser sus primeros moradores de esta casa. Su residencia posterior más destacada fue Uclés, y de su tierra el pueblo de Almendros, donde gozaban de todos los privilegios de hidalguía. De este linaje fue don Juan Antonio García Balsalobre, obispo Prior de Uclés y natural de Torrubia del Campo, persona de gran relieve. En 1750 se conoce en Torrejoncillo del Rey por el expediente de ingreso en Santiago de don Juan Sánchez Soria a don José Balsalobre, que figura como hidalgo de antigua estirpe, y su hermano don Nicolás.
Nada más podemos añadir y sólo queda describir sus armas que aunque los Reyes de Armas ponen dos, la que corresponde a los Balsalobres de la provincia de Cuenca, son: 
"Escudo partido en pal: en la derecha, castillo sobre campo de gules (rojo), y a la izquierda, tres barras de plata, en azul; bordura general de gules (rojo) con ocho veneras de oro". 
Álvarez M. del PERAL. 
   

Fuente : El Día de Cuenca. Miércoles 30 de abril de 1930. Año XVIII. Número 2.559.                                                                                                

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