viernes, 28 de octubre de 2016

Halloween no nació en Estados Unidos: esta es la verdadera historia

Mucha gente cree que sí, pero la fiesta de Halloween en la que niños -principalmente- se disfrazan con sábanas y llevan calabazas en las manos con una vela en su interior no es tradición estadounidense. El gigante de Norteamérica se ha apropiado de algunas antiguas «fiestas» europeas que luego nos ha «devuelto» transformadas como si fueran suyas. Una de ellas es el Halloween de la noche del 31 de octubre, víspera del día de difuntos.

Halloween se celebraba en España mucho antes de que Estados Unidos fuese nación. En realidad es una costumbre europea (no desde luego con este nombre, sino como parte del Samhain, un ritual de origen celta). En nuestro país, actualmente, se ve Halloween como una especie de Carnaval pero con disfraces y ambiente de terror. Se ha hecho enormente popular y convertido en un gran negocio. Hay fiestas en todas partes, a menudo muy masificadas.

En España, con claros orígenes celtas, hay numerosas tradiciones relacionadas con espíritus. Las más famosas nos conducen a la Santa Compaña de Galicia (la temida procesión de difuntos que recorría los caminos en esta fechas). En Asturias se sabe que, por los días de difuntos, los niños llevaban lámparas encendidas y pedían comida a las puertas de las casas durante esa noche. La Iglesia acabó cristianizando la costumbre pagana y las velas acabaron iluminando pequeñas capillas con imágenes que iban de casa en casa.

La palabra «halloween» se empezó a usar en el siglo XVI y parece ser es de origen escocés «All Hallow’s Eve» (víspera de Todos los Santos). Fue en 1840 cuando llegó a Estados Unidos, donde se hizo famosa, y fueron inmigrantes irlandeses los que la llevaron al otro lado del océano. Colocaban una vela encendida dentro de una calabaza inspirada en la popular leyenda de «Jack el tacaño», que consiguió engañar al diablo. El primer desfile tuvo lugar en Minnesota en 1921. En los años setenta la televisión y sobre todo el cine («Hallowen», de John Carpenter, en 1978) popularizaron la fiesta.

En la Comunidad de Madrid

En muchos pueblos de la Comunidad de Madrid, mucho antes de que se empezara a oírse la palabra Halloween, era -y sigue siendo- tradición pasear con calabazas ahuecadas e iluminadas por las calles del lugar y tomar dulces, chocolate con churros o huesos de santo.

En la comunidad madrileña, hay datos de municipios como Ambite, Anchuelo, Canencia, El Vellón, Estremera, Manzanares el Real, Loeches, Fuentidueña de Tajo en los que se utilizaban las calabazas para decorar y adornar las casas, haciéndolas agujeros para simular una cara con ojos, nariz y boca y se introducía una vela dentro de ella, para invocar a los espíritus y de paso asustar a la gente. En muchos pueblos esa noche la única luz era la de las calabazas y las hogueras. También se solían utilizar calabacines, botijos y ollas. En Ajalvir se sabe que en vez de una calabaza se utilizó una calavera de asno. Y en Tielmes eran botijos.




Son fiestas de chicos y sigue siendo todavía tradición -ya muy rara- pasear con calabazas ahuecadas e iluminadas por las calles. Garganta de los Montes es una de las localidades madrileñas que lo seguía conservando hasta hace poco y los niños disfrazados recorrían el pueblo con ellas en las manos y la gente les daba caramelos, pero el actual Halloween ha ido acabando con ello. Todavía, pero cada vez menos, la gente mayor enciende en su casa lamparillas a los difuntos. En Olmeda de las Fuentes, las calabazas ya no salen a las calles pero el rito continúa en los domicilios particulares.

Guadalajara

En pueblos de Guadalajara como Albalate y Almnonacid de Zorita, Patarna o Tendilla, tambien se conserva la tradicion de las calabazas iluminadas.

Fuente: http://www.abc.es

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