miércoles, 23 de marzo de 2016

La Diputación restaurará un cuadro del siglo XVII de la iglesia parroquial de Palomares del Campo



La Diputación Provincial de Cuenca va a recuperar el cuadro de la Adoración de los Reyes Magos, un lienzo del siglo XVII (1656) que se encuentra en la iglesia parroquial de Palomares del Campo. El diputado provincial de Cultura, Francisco Javier Doménech, acompañado, entre otros, por la alcaldesa de la localidad, María Dolores Pérez, asistía esta semana a la entrega de la obra para su recuperación, que será supervisada por el Centro de Conservación y Restauración de la Diputación Provincial.
En la intervención se incluirán trabajos de restauración, tanto del lienzo como del marco. Tareas que se prolongarán, según los cálculos iniciales, en torno a tres meses y que supondrán un desembolso para la Diputación Provincial de algo más 5.400 euros.
La actuación en el lienzo, que no se encuentra excesivamente deteriorado, se centrará en la reparación de una quemadura de la tela y  la limpieza del barniz y suciedad superficial que oscurecen las imágenes.
Los trabajos de restauración del marco ocuparán gran parte de la recuperación de esta obra del Barroco, debido a su avanzado deterioro por su gran tamaño y por reparación anteriores inadecuadas.
Esta obra de autor desconocido, con unas dimensiones de 240 x 210 cm,  es una pintura sobre lienzo con un marco de madera imprimada y dorada al agua con panes de oro fino, decorado con voluminosas rocallas, típicas del Barroco.
Este cuadro muestra una de las escenas más difundidas en la iconografía cristiana sobre la infancia de Cristo: la adoración de los tres reyes venidos de oriente.
En cuanto a su composición artística, indicar que a la izquierda está la Virgen madre, vestida de rojo y manto azul, con Jesús niño en su regazo. Tras ellos, San José contempla la escena en un segundo plano, mientras que en el centro del lienzo se focaliza el momento en que el primer rey (Melchor) se arrodilla ante el niño, mostrando su veneración. La zona derecha de la escena queda reservada para los otros dos reyes, Gaspar y Baltasar, que de forma regia contemplan el instante. Todos ellos visten ricas vestimentas, capas reales y coronas, al mismo tiempo que cada uno lleva un recipiente-joya, donde ofrecen sus regalos al niño Dios: oro, incienso y mirra.
El fondo de la escena lo ha reservado el artista para enmarcar la escena en un contexto arquitectónico de estilo clásico y el resto de los personajes y animales que acompañan a los tres reyes en su cabalgata-peregrinación hasta Belén.
Una obra, en consecuencia, de alto valor artístico, cuyo estado de conservación aconsejaba una urgente restauración con el fin de recuperar su esplendor y pueda ser disfrutada por vecinos y visitantes de Palomares del Campo.
Fuente: www.vocesdecuenca.com

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