Con las familias reunidas, y el pueblo engalanado, Torrejoncillo del Rey celebró sus fiestas patronales
Los actos religiosos dieron comienzo el jueves con el traslado de la
imagen desde la ermita de la Soledad hasta la parroquia. Los actos
festivos empezaron el viernes
VIRGEN DE URBANOS TORREJONCILLO DEL REY
Los actos religiosos comenzaron el jueves con el traslado de la imagen
desde la ermita de la Soledad, donde todas las noches del mes de mayo se
han celebrado las Flores a la Virgen, hasta la parroquia, donde ya se
le colocó en su carroza. Los actos festivos comenzaron el viernes con el
tradicional galopeo con la banda de música de Villamayor de Santiago.
El viernes a las 12 de la noche todos los fieles, emocionados, le
cantaron la Salve a la Virgen; acto seguido se pudieron disfrutar de
unos vistosos fuegos artificiales que anunciaban con sus coloridos
sonidos el inicio de estas fiestas. En esta noche y después de estar el
colegio por primera vez vacío de escolares, el patio del colegio se
volvió a llenar de vecinos para poder contemplar el juego de colores en
un cielo bien despejado.
Y por si el galopeo de la tarde no fue suficiente, éste de la noche
tampoco pudo acabar con las fuerzas de los participantes, sin ganas de
llegar hasta la Plaza de la Constitución donde concluiría este segundo
galopeo con su correspondiente jota. Eso sí, pasando antes por la recién
remozada Plaza del ilustre paisano Alonso de Ojeda, que naciera en este
pueblo de Torrejoncillo allá por el año 1468 y para conmemorar el 500
aniversario de su muerte, el Ayuntamiento ha colocado un mosaico
cerámico para su recuerdo y público conocimiento de su origen.
En la mañana del sábado, una mañanera diana a cargo de la Banda de
Música ya iba avisando que estaba comenzando el día más grande que el
pueblo de Torrejoncillo dedica a su Virgen de la Piedad.
Se ofició una misa concelebrada por varios párrocos y presidida por la
Corporación Municipal, con el alcalde Mariano Briones, ahora en
funciones, y quien será el próximo alcalde, Ángel Custodio García
García.
Al finalizar tuvo lugar la Procesión del Corpus Christi. También en
esta localidad se colocan mesas de ofrecimiento con motivo de esta
festividad, cada vez menos, pero siguen colocándose estas mesas con
imágenes religiosas, bordados tapetes, flores y olorosas hierbas.
Bendecido todo con el aroma del incienso y la presencia de la Sagrada
Custodia bajo el palio portado por los Hermanos.
De vuelta a la iglesia, el grupo de danzantas, al compás de las
castañuelas, hizo una bonita entrada hasta el Altar donde delante de la
Patrona ofrecieron sus danzas y paloteos tan antiguos como la propia
romería. Acompañadas siempre del tambor y las dulzainas.
Ya por la tarde, y con un calor veraniego, llegaró el momento tan
esperado para ver procesionar a la Virgen por las calles del pueblo,
recorriendo todos los barrios y bendiciendo todas las casas, donde los
vecinos entregan sus donativos. El domingo por la mañana terminaría de
recorrer el resto de las empinadas calles del pueblo.
Terminada la procesión, el párroco Ignacio Moreno, pronunció unas emotivas palabras de despedida, aunque como bien dijo, "…nunca nos llegamos a despedir de Ella, porque la llevamos con nosotros allá donde vayamos". Aún así, y con lágrimas en la garganta, el pueblo de Torrejoncillo despedía a su Virgen con nostalgia.
Iniciada la marcha hacia el "Arrabal", y dejando las tristezas como si
fuesen huellas por el camino, los acompañantes caminaban hacia la ermita
dando así comienzo la Romería. A la llegada se celebraba la Santa Misa,
seguida de la Procesión alrededor de la ermita, encabezada por el
conjunto de las danzantas, que con unas altas temperaturas y el calor
del traje serrano, bien merecen un reconocimiento a su esfuerzo.
Siempre este día de Romería cuenta con mucha asistencia, pero este año,
sin duda, ha sido el que más gentío ha traído hasta la ermita, eso sí,
con una calina más propia del mes de agosto.
Obligado es comer y beber bien, con la familia o los amigos; como
invitado o convidante, porque después ya habrá tiempo de quemar ese
exceso de calorías en un sofocante galopeo que dejará secuelas en más de
uno.
Cuando el calor afloja y la gente ya empieza a marcharse, se procedió a
quitar la imagen de la Virgen de sus andas y es tarea delicada el
volverla a colocar en su camarín del altar hasta que un nuevo "Primero
de Mayo" se le vuelva a colocar otra vez en sus andas para retornar al
pueblo.
Fuente: vocesdecuenca.com
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