viernes, 10 de octubre de 2014

La Tarasca en Madrid

Gracias a Verónica Ortega que nos manda este texto de la definición de  Tarasca que hay en el Museo del Traje en Madrid:


La Tarasca en Madrid

En el Museo del Traje, situado en la capital de España, definen la Tarasca como “un artefacto realizado en madera, tela y cartón que salía en la procesión del Corpus e iba decorado con diferentes figuras alegóricas”.
En Madrid, la Tarasca salía en las fiestas del Corpus durante los siglos XVII y XVIII y servía para mostrar a los madrileños y visitantes, sobre todo, a las clases altas que se lo podían permitir, lo que estaba de moda en esos años. De hecho, una frase muy común de la época era “Si vas a los Madriles día del Señor, tráeme de la Tarasca la moda mejor”.

Sin embargo, en Torrejoncillo, la Tarasca salía el día de San Blas y su finalidad era crear un ambiente alegre mediante coplas que hacían críticas a los vecinos del pueblo y a los acontecimientos que tenían lugar en él.
A continuación, la explicación que hace Julián Balsalobre de la Tarasca en su libro Torrejoncillo del Rey. El presente y su pasado.

El día tres de febrero es el día de San Blas, copatrón de nuestro pueblo junto con Jesús. Las fiestas de San Blas eran de las más populares de nuestro pueblo. Bailaban los tunos y hacía su aparición la “tarasca”.
La palabra “tarasca” parece ser que se deriva del francés “tarasque”, de Tarascón, ciudad de Francia. Según las tradiciones provenzales, era la tarasca un animal fabuloso que desolaba el país del que fue liberado por Santa Maite.
La tarasca era una máquina de madera montada sobre ruedas, conducida por hombres que iban dentro. Afectaba la forma de una serpiente con muchas cabezas en movimiento. El animal se representaba por un armazón formado por arcos, recubiertos de tela pintada. Se adornaba con una enorme cabeza cuya desmesurada boca se abría y cerraba por medio de un resorte manipulado por los hombres que iban en su interior, la hilera de dientes que se dejaban ver daba un aspecto terrorífico.
En algunas poblaciones, se sacaba la tarasca durante la procesión del Corpus. En nuestro pueblo, como hemos dicho, salía en la fiesta de San Blas. No se sabe cuándo se introdujo esta costumbre, pero se supone que en tiempos remotos y era una fiesta de mucha resonancia, que duraba tres días. […]
El día tres de febrero, después de la procesión y la misa, la tarasca esperaba en la puerta del sol la salida de los feligreses acompañada por un señor con atuendo no corriente montado en un caballo y dispuesto a recitar unas coplas. En ellas, anunciaban que la tarasca era un animal fabuloso que desolaba la región. Él, por intercesión de San Blas, había conseguido amansarla y traerla al pueblo como un animal dócil y noble. […] Las coplas aprovechaban para hacer una crítica, siempre alegre, a los vecinos del pueblo.

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