jueves, 5 de junio de 2014

Torrejoncillo del Rey celebró sus fiestas patronales para honrar a la Virgen de la Piedad de Urbanos

Los actos religiosos comenzaron el jueves con el traslado de la imagen desde la ermita de la Soledad, donde ha permanecido durante todo el mes de mayo, hasta la Iglesia Parroquial. El viernes, dentro de los actos populares, tuvo lugar el tradicional galopeo, con la banda de música de Villamayor de Santiago.

A medianoche, y con numerosos fieles, se le cantó la Salve a la Virgen; a continuación se pudo disfrutar de unos vistosos fuegos artificiales desde el patio del colegio, que por cierto, éste será el último curso que abra sus puertas. Al finalizar este espectáculo empezó un nuevo galopeo, con numerosos jóvenes y no tan jóvenes, que se emplearon a fondo hasta su terminación en la Plaza de la Constitución ya de madrugada.

El sábado fue el día grande de la Patrona. A primera hora de la mañana la banda de música emprendió su pasacalles, la diana para ir despertando al personal. A las doce  en punto se ofició una magnífica  misa cocelebrada por los sacerdotes de la comarca y presidida por la Corporación municipal; y ya por la tarde, la Virgen procesionó majestuosa en su carroza por las calles del pueblo, resplandeciente, engalanada con hermosas flores.
Apenas llevaba media hora en procesión cuando los nubarrones amenazantes dejaron caer un chaparrón que obligó a desenrollar la funda de plástico transparente para proteger la Imagen de la lluvia, aunque  fueron cuatro gotas que pronto cesaron y se pudo ver de nuevo la figura de la Patrona al descubierto. Todos los vecinos la recibieron a las puertas de sus casas, agradecidos y pidiendo su protección.

El domingo se terminó el recorrido por las empinadas calles del pueblo. Los dos grupos de danzantas, ataviadas con sus coloridos refajos serranos y al son de las dulzainas y tambor, acompañaron en todo momento en su recorrido a la Virgen, ofreciéndole sus paloteos y danzas, que tras varios años en el olvido, hace ya unos cuantos, y con mucho acierto,  se recuperó esta antiquísima tradición de Torrejoncillo y ojalá tenga continuación con la gente más joven.

El domingo, tras poner fin a la procesión que terminaría de recorrer todo el pueblo,  se inició la despedida de la Patrona,  el adiós de la Virgen.  Enternecedora  y triste despedida,  hasta que el  próximo mes de mayo,  de nuevo, el pueblo le dé  su acogida.
En un gesto de añoranza y respeto se orienta la imagen hacia el Cementerio para que también alargue su bendición  hacia los que ya no están.
A continuación  la romería enfiló  "Arrabal abajo", con la Virgen  que bajo su florido arco fue llevada en andas por los romeros y colmada  de "vivas" para Ella. Aunque de nuevo el cielo su cubrió de gris se pudieron completar los siete kilómetros de camino sin lluvia.
Al llegar a Urbanos fue recibida por la banda de música y tras darle la  bienllegada se le acompañó hasta una repleta ermita de fieles y devotos, con la presencia de Francisco J. Doménech, diputado de Cultura de la Diputación Provincial; se celebró la Santa Misa y posterior  procesión alrededor de su ermita.
Como en cualquier gran celebración, la comida es un momento clave. Los romeros comienzan a preparar sus parrillas, calderetas, entre otros. Las familias y amigos se reúnen para comer  compartiendo sus viandas. Y con la comida casi por digerir  suenan los primeros galopeos para que la gente se vaya animando y puedan hacer gala del buen galopeo de Torrejoncillo.

Los asistentes  tuvieron toda la tarde para ir despidiéndose de su Virgen, con la tristeza que muchos no la volverán a ver hasta el próximo año, pero con la satisfacción de haberla acompañado hasta el último momento en que ya se queda en su ermita, en su "Casa".






























Fuente: www.vocesdecuenca.com 

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