La sequía está haciendo
estragos en los cultivos de la provincia de Cuenca. El nivel de precipitaciones
que se alcance en los próximos diez días puede ser determinante para algunas
cosechas, como el girasol y la cebada. "Ha sido un invierno muy seco y el
girasol necesita buenas reservas de agua para alcanzar una buena producción.
Las estadísticas del Ministerio de Agricultura sitúan la producción en 92.000
toneladas en el año 2012 y en 142.000 toneladas en 2013, cifras muy positivas
que previsiblemente no se repetirán en esta campaña.
Según la información
aportada por la Agencia Estatal de Meteorología, "Abril ha resultado un
mes extremadamente cálido, con una media de 15,7 ºC, que supera en 3,4 ºC al
valor medio normal de este mes. En precipitaciones ha sido seco, con una media de
50mm., valor que queda más de un 20% por debajo del normal del mes". Estos
datos son el reflejo de la preocupación con la que afrontan los agricultores
las semanas que quedan de primavera. Si el tiempo continúa en esta línea, los
agricultores verán muy mermadas sus expectativas de producción y, con ello, la
rentabilidad de sus explotaciones.
El cereal también se
encuentra en un periodo crítico en el que la falta de agua puede ocasionar que
la espiga no alcance la altura esperada. Además, el calor excesivo dificulta
que el llenado del grano se complete de manera óptima. Hay que recordar que la
provincia de Cuenca cuenta con casi 300.000 hectáreas destinadas a cebada y
36.200 en las que se siembra trigo, ambos cereales de secano que dependen
exclusivamente de la climatología. La zona que actualmente se encuentra más
afectada es la Alcarria conquense, aunque la sequía está afectando en mayor o
menor medida a todo el territorio. En cuanto al ajo, cuya recogida podría
comenzar en unos diez días con el ajo temprano, los agricultores tendrán que
invertir en riego para que la cosecha salga adelante en estas condiciones.
Por último, la escasez de
agua puede tener otros efectos colaterales como el gasto ocasionado a los
ganaderos que tienen que recurrir a comprar pienso con el consiguiente aumento
de los costes. Otro de los problemas es la aparición de daños en los cultivos
producidos por la caza mayor al no haber pasto en el campo para que los
animales puedan alimentarse.
Si no llueve pronto y de
manera abundante, será muy difícil alcanzar los niveles de otros años",
apunta el secretario general de ASAJA de Cuenca, Manuel Torrero.
Fuente: www.vocesdecuenca.com
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