Uno de los juegos infantiles más conocidos y practicados en España, a
pesar de las dosis de brutalidad que imprimen los niños y niñas al
ejecutarlo, es el ¡Churro va!
El desarrollo del juego es prácticamente idéntico en todas partes, pero
su denominación y formulillas utilizadas varían de un lugar a otro. El
juego se inicia dividiendo a los participantes en dos bandos de igual
número de jugadores cada uno, formados por elección alternativa de dos
de los más destacados. A continuación se designará cuál de los bandos
adopta la situación inicial más ventajosa, siguiendo alguno de los modos
más utilizados: a cara o cruz, a pares o nones, a pies, etcétera.
Los jugadores del bando que "la paga" se colocarán agachados, de manera
que el primero apoye sus manos y la cabeza sobre uno que no juegue,
situado de espaldas a una pared o sentado en un banco, y que recibe el
nombre de "madre"; los demás adoptarán la misma postura de "burro",
poniendo la cabeza entre las piernas del compañero que le precede y
sujetándose con las manos en las piernas del mismo.
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Niños jugando a "¡churro va!" en Daroca (Foto: C. García)
Cuando el primer equipo se dispone en forma de "churro", los miembros del otro tomarán carrera, uno a uno, diciendo: "¡churro va!", y saltarán dejándose caer sobre los "burros". Una vez acoplados todos, el primero en saltar formulará la siguiente pregunta: "Churro, media manga o manga entera, ¿qué será?", tocando, respectivamente, la muñeca, el codo y el hombro, para finalizar señalando una de las partes. Un jugador del equipo "pagador" intentará adivinar la posición marcada, actuando la "madre" como testigo y juez. Si acierta intercambiarán los papeles; si no es así, volverán a empezar.
Cuando el primer equipo se dispone en forma de "churro", los miembros del otro tomarán carrera, uno a uno, diciendo: "¡churro va!", y saltarán dejándose caer sobre los "burros". Una vez acoplados todos, el primero en saltar formulará la siguiente pregunta: "Churro, media manga o manga entera, ¿qué será?", tocando, respectivamente, la muñeca, el codo y el hombro, para finalizar señalando una de las partes. Un jugador del equipo "pagador" intentará adivinar la posición marcada, actuando la "madre" como testigo y juez. Si acierta intercambiarán los papeles; si no es así, volverán a empezar.
Existen varias reglas generalizadas que todavía no hemos señalado; una
es que los saltadores deben permanecer en la misma posición de caída,
sin moverse; otra, que tampoco pueden tocar el suelo. Si se incumple
cualquiera de estas reglas se invierten las situaciones de juego. Por el
contrario, si el "churro" formado por los "burros" se parte o se hunde,
vuelven a "pagarla".
Fuente: http://garcia-adell.blogspot.com
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El borriquillo falso es semejante al juego del ¡churro va! y al conocido como caballo fuerte. Este último consiste en que el primero de los jugadores que forman el "caballo" (igual que el "burro") se apoya en una pared, y el último de los saltadores debe pasar por encima de sus compañeros y tocar la pared. Los que saltan no pueden tocar el suelo con el pie ni caerse; en ese caso se intercambian las posiciones.
Luís Gracia Vicién (1) recoge algunas de las denominaciones que el ¡churro va! adquiere en diferentes zonas de Aragón y, en relación con los anteriores, señala: "En Huesca se llama el borriquillo falso un juego similar al caballo fuerte. Lo que en Castilla se conoce por caballetes o garbancillo, caval Bernat
en Cataluña". Los bandos se formaban por un sorteo conocido como la
suerte del "bombé". En vez de utilizar una formulilla para adivinar, el
capitán o último saltador se encaramaba por encima de sus compañeros
para recoger un "moquero" que estaba en la cabeza de la "madre". Si lo
conseguía habían ganado el juego y volvían a saltar.
Siguiendo a Luís Gracia Vicién, en La Litera se llamaba a este juego el burro falso. En Graus Sardina monta encima
y el último saltador gritaba en la última suerte: "¿barbo o sardina?"
(puño cerrado o palma abierta). En el Valle de Benasque era el tuturumbé, del mismo modo que el anterior. En algunos pueblos de la Alta Ribagorza lo llaman caball fort. En Estadilla cancamullos. En el Bajo Valle de Mezquín turolense se conocía un juego similar llamado cascabel.
En Lledó (Teruel), el caballet. En las villas turolenses de Albalate
del Arzobispo y en Híjar los niños jugaban a una variante que llamaban Sota, caballo y rey, combinación del juego de caballetes y morra.
En Estadilla el juego del churro se conocía como caballito inglés. María Carmen Mairal (2) recoge más denominaciones de otros lugares del Alto Aragón: palmo, zurco, etcétera.
En otros lugares de Aragón se señalan tres partes de un dedo, haciendo
referencia al "churro (la punta), media manga (en medio) o manga entera
(el inicio del dedo)". En el libro Juegos de ayer para hoy (3) se recogen otros nombres utilizados en la comarca de Calatayud con las respectivas formulillas: para borricada, "frente, nariz o barba"; para chirle, "chirle, media manga o mangón"; para chirimanga, "manga entera", y para tintero, "pluma, tintero, papel o muestra".
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Las tácticas utilizadas por los jugadores de ambos bandos son múltiples.
Los más fuertes se colocan los últimos al formar el "burro". En el
equipo saltador, unas veces los más hábiles lo hacen primero, para
acercarse lo más posible a la "madre" y dejar sitio al resto; otras,
saltan todos sobre uno de los más débiles, intentando hundirle para que
la vuelvan a pagar. Cuando todos caen sobre el mismo individuo se suele
formar una torre y puede darse una de estas situaciones: que pierdan el
equilibrio y caigan, que se hunda el "burro" o que aguante soportando un
gran peso. Cuanto más brutal es el juego, más aumenta la emoción y, al
mismo tiempo, el peligro.
Para vencer es necesario que el equipo esté formado por ágiles
saltadores y por tipos de peso. Una de las tácticas más bestiales, y
también más utilizadas, consiste en que uno de los peores saltadores
brinca en primer lugar, ocupando una de las ultimas posiciones del
"burro", y los demás ejecutan su salto apoyándose en el compañero para
aumentar el impulso y caer "a peso mierda", con el fin de desplomar al
"caballo".
¿Pico, pala o puño?
Dibujo de Moratha publicado en el libro Juegos de la Comunidad de Daroca
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En las dos Castillas también existen distintas versiones en el enunciado
del juego, aunque el desarrollo es básicamente el mismo. Ignacio Sanz
(4) cita algunas variantes. El equipo que "la liga" tiene que adivinar
uno de los nombres, que corresponden a los dedos de la mano, comenzando
por el meñique. En Villasayas (Soria) se dice: "¿Zurro, pico, taina,
tambor o gaita?". En Muñoveros (Segovia): "¿Chorro, pico, talle, cresta o
quinesta?". En Retortillo (Soria): "¿Churribonete, borriquete, taino,
corral o manzanil?".
También se da la variante: ¿Churro, churreta, media manga o manga
entera?", correspondiéndose con la mano, muñeca, codo y hombro. Hay otra
más sencilla, compuesta sólo de dos posibilidades: "¿La punta la
cigalga, para arriba o para abajo?"; se trata de la mano, según apunte
para el cielo o al suelo.
En la comarca soriana adnamantina (Almazán) este juego recibe diferentes nombres: El burro; pico, pala o puño; zurro, pico taina, tijerillas y gamellón; churro media manga o mango entero; la paloma,
etc. Los que forman el "burro" deben adivinar una palabra de la
formulilla "¿pico, pala o puño?", que corresponde a señalar un dedo, la
palma de la mano extendida o al puño cerrado, respectivamente. Otras
veces se pregunta, "¿zurro, pico, taina, sardina o pez?", en relación
con cada uno de los dedos de la mano. La "madre" es el "ama".
Igual que en Aragón, si el "burro" se "ringa" o se "rila" (se hunde por
el peso) la vuelven a pagar. En esta zona se introduce la prohibición de
que los saltadores claven sus tacones en las costillas del que tienen
debajo; a esto se le llama "espuelas", aunque en Baides (Guadalajara)
esta palabra quiere decir que se enganchan con los pies para no caer, y
en Sigüenza (Guadalajara) a lo mismo se le llama "trabas", y también
está prohibido. Si incumplen estas normas los equipos invierten las
posiciones.
En Sigüenza, en ocasiones, se complica la clásica formula de las tres
palabras con una cuarta; se dice: "¿churro, taina, media manga o manga
entera?, adivina a la primera". El churro corresponde al puño y la taina
a la muñeca. Si los del equipo que "la quedan" piden "cuartas" (que los
pies de los saltadores estén a un palmo del suelo) y son "verdaderas",
"se la ligarán".
En Luzaga (Guadalajara) las palabras de la formulilla son "¿churro,
pico, tallo, peral o manzano?" y corresponden a los cinco dedos de la
mano, comenzando por el dedo pulgar, respectivamente. En otros lugares
de Castilla se denomina al juego la madre tonta. En Estepa (Sevilla) el juego toma el nombre de las palabras que se preguntan: zorro, pico o taña;
para "zorro" se juntan los dos puños, "pico" se forma uniendo las
puntas de los dedos índices y "taña" consiste en unir las palmas de las
manos con los dedos separados.
Francisco Pedegal (5) recoge una variante que llama caballo en reata; de
este juego dice que es "activo y de resistencia, propio para alumnos de
doce a quince años". Es, en su ejecución, más primitivo que el churro;
consiste en saltar sobre los que forman el "caballo" tratando de no
tocar el suelo, que es la única falta del juego. Los que sirven de base
suelen moverse y saltar, con objeto de que cometan falta los que están
montados, y avisan al otro bando cuando han de bajar.
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