El objetivo es adaptarse a distintos perfiles de diferentes turistas.
Habrá itinerarios más próximos al turismo de aventura y a la
espeleología; otros de tipo más cultural e históricos y otros lúdicos
orientados a los niños
Los viajeros que acudan a las minas de lapis specularis
que se están recuperando en la provincia de Cuenca podrán escoger entre
tres modalidades de visita e itinerarios, adaptados cada uno a
diferentes gustos y perfiles.
Así se ha avanzado este domingo durante la presentación en FITUR de este recurso turístico. La Diputación tiene en proyecto recuperar dentro del Plan de Mejoras de Infraestructuras Turísticas (PLAMIT) tres de las minas que se explotaron durante el Imperio Romano en la actual provincia de Cuenca: Pozolacueva, en Torralba, la de la Mora Encantada en Torrejoncillo del Rey y las de la pedanía optense de Saceda del Río.
Una de esas modalidades permitirá que los amantes de los deportes de
aventura puedan adentrarse hasta los rincones más profundos de estas
minas de la misma manera que se practica espeleología en una cueva
natural.
Otra opción que se propone es un itinerario de carácter más cultural e
histórico, en el que la visita a la mina sirva para conocer el hecho
cultural romano: sus industrias y usos y costumbres. El lapis specularis
de Hispania, conocido popularmente en la actualidad como espejuelo, fue
una de las materias primas más apreciadas y usadas en el Imperio
Romano. Este yeso se usó como cristal para la fabricación de ventanas,
no conocían el vidrio, y en torno a esta actividad minera ciudades como
Segóbriga vivieron su momento de esplendor. También se usaban, como se
ha recordado este domingo en el recinto de IFEMA de Madrid, para una
suerte de invernaderos que usaban los romanos.
Benjamín Prieto, presidente de la Diputación Provincial, ha recordado
este domingo durante el acto de presentación que Plinio el Viejo en su
Naturalis Historia relata que este mineral era extraído en minas
halladas en 100.000 pasos (unos cien kilómetros) alrededor de Segóbriga
obteniéndose la más traslúcida de esta piedra cerca de esta ciudad.
La tercera modalidad que se plantea para los visitantes es la de una
visita lúdica, más orientada a un público tan importante como el
infantil. Mostrar de una manera amena la experiencia de la mina.
La presentación de las minas conquenses en FITUR, con demostración en
directo de un artesano en directo incluida, ha sido toma una declaración
de intenciones. Una muestra de las credenciales de Cuenca para
convertirse en uno de los destinos más importantes de España del llamado
turismo minero, aquel que lleva a los visitantes por las entrañas de la
tierra que un día fue foco de desarrollo. Un tipo de turismo que en
otros países europeos, como Francia, es muy popular desde los años 70
del siglo XX. De hecho, ya se han interesado en el país galo por el
lapis specularis de La Alcarria y La Mancha alta conquenses.
Fuente: vocesdecuenca.com
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