Hoy y a lo largo de muchas semanas, vamos a incluir un pequeño relato desde épocas de los griegos, y que nuestros abuelos han ido pasado por tradición oral, de unos nietos a otros.
Todos estos cuentos además de para entretenimiento de los niños sirven para darles lecciones de moral ya que tienen una moraleja encerrada en ellos.
Esperamos que los disfrutéis todos y podáis así continuar con la tradición oral, que en esta era de Internet se esta perdiendo.
No hay nada como reunirse en los días fríos de invierno en torno de una hoguera o estufa a oír estos relatos.
El águila, el cuervo y el pastor.
Lanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito.
La vio un cuervo y tratando de imitar el águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no lograron soltarse.
Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.
Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y él les dijo:
_ Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.
La moraleja es pón tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente estás preparado, no en lo que no te corresponde.
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