viernes, 19 de julio de 2013

Golondrinas

La golondrina común es un ave de campo abierto que normalmente utiliza estructuras construidas por el hombre para reproducirse y que, en consecuencia, se ha diseminado con la expansión humana. Construye nidos en forma de taza, con bolitas de barro en graneros y construcciones similares y se alimenta de insectos que atrapa en vuelo.

Su alimentación insectivora contribuye a la tolerancia de los humanos hacia esta especie; en el pasado esta aceptación se vio reforzada por supersticiones respecto del ave y su nido. Ha habido frecuentes referencias culturales a la golondrina común en escritos literarios tanto debido a su proximidad con el hombre como por su migración anual.

El hábitat preferido de la golondrina común es campo abierto con vegetación baja, como pasturas, prados y terrenos agrícolas, preferentemente con agua en las cercanías. Esta golondrina evita áreas de vegetación densa, empinadas o muy urbanizadas. La presencia de estructuras abiertas y accesibles como graneros, establos y tajeas que proporcionen sitios de nidificación y de ubicaciones expuestas como cables, bordes de techos y ramas desnudas para posarse también son importantes en la elección de esta ave de sus lugares de reproducción. Durante la migración, tiende a volar sobre áreas abiertas, a menudo cerca del agua o bordeando cadenas montañosas

Construcción del nido

La golondrina común anida típicamente en el interior de edificaciones accesibles como graneros y establos y debajo de puentes y embarcaderos. Antes de que hubiera abundancia de estructuras construidas por el hombre, las golondrinas comunes anidaban sobre acantilados o en cuevas, pero esto es raro en la actualidad.

Hay además una leyenda piadosa que cuenta que las golondrinas aliviaron el sufrimiento de Cristo al quitarle las espinas cuando estaba en la cruz. Las aves se mancharon con la sangre del Crucificado, lo que explicaría el color rojo de su pecho. De ahí también que no fueran cazadas y, sus nidos, respetados. A la pregunta de por qué sucedía esto, se contestaba: "Las golondrinas no se atacan: son de Dios".

No hay comentarios:

Publicar un comentario