En la tradición cristiana los peleles representan a Judas el discípulo que vendio a Jesús, por eso el Domingo de Resurección se celebra manteando su representación como "chanza" por su traición.
En la España de los siglos XVIII, XIX e inclusive el siglo XX era el muñeco de paja manteado (tirado hacia arriba con mantas o sábanas) por un grupo de mujeres en forma de chanza durante los carnavales en Madrid y pueblos adyacentes como el nuestro. El ritual del manteo se sigue repitiendo en nuestras épocas en casi todo occidente como rito de despedida (soltería, egreso, etc) o de iniciación (en una organización, en la escuela, en el ejército).
En tiempos de estos carnavales primitivos (hacia principios del siglo XVIII) se manteaba a curas inclusive y se les cantaba una canción en tono de broma:
- Debajo de la cama del Señor Cura,
- hay un canstillo de confitura.
- Los confites más gordos son para el ama
- y los más pequeñitos pa' la criada
Y se escucharon algunas canciones, os dejamos la letra de una de ellas:
La novia del pelele:
La novia del pelele,
la Legañosa,
y su madre le dice:
"cara de rosa".
Cara de rosa, niña,
cara de rosa,
la novia del pelele,
la Legañosa.
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